La mujer, que había roto aguas, requirió el auxilió de los agentes en las proximidades del peaje de Vilaboa
16 sep 2018 . Actualizado a las 05:00 h.Es una escena vista en decenas de películas, la de una mujer a punto de dar a luz escoltada por varios coches de la policía camino del hospital. Pero como afirma el dicho, en ocasiones, la realidad supera la ficción. Es algo que pudieron comprobar los agentes de la Guardia Civil de Pontevedra que participaban en la madrugada de ayer en un control preventivo en el entorno del peaje de la AP-9 en Vilaboa.
A buen seguro poco se imaginaban la sorpresa que les iba a deparar el vehículo conducido por una mujer que se les aproximó. Eran las cuatro y cuarenta de la mañana y la conductora, que viajaba sola, se detuvo a la altura de una de las patrullas de la Unidad de Seguridad Ciudadana (USECIC) que conformaban este dispositivo para indicarles que acababa de romper aguas.
Sin pensárselo dos veces, el suboficial al frente del dispositivo y que, por tanto, mandaba la dotación se colocó al volante del turismo. Y como si de un largometraje se trata, abriéndose paso con el resto de las patrullas que formaban el dispositivo, se dirigieron al Álvaro Cunqueiro.
Paralelamente, se pusieron en contacto con este centro médico para que estuviese preparado un equipo de facultativos. De igual modo, nada más llegar al hospital, y mientras los médicos asistían a la parturienta, el padre y la hermana de la esta última se hicieron cargo del vehículo.