Las hipotecas del futuro ya están aquí: es el banco, y no el cliente, quien busca el mejor postor

Olga Suárez Chamorro
Olga Suárez REDACCIÓN

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Con las entidades bancarias centradas en la automatización de sus procesos, la startup Colibid lanza las pujas hipotecarias inversas, en las que las entidades ofrecen su mejor oferta y es el ciudadano quien decide

24 mar 2023 . Actualizado a las 16:58 h.

El sector bancario se encuentra en un momento de gran inestabilidad motivado por las subidas de tipos de interés y por la necesidad de adaptarse a las nuevas necesidades tecnológicas. En un solo día, ocurren decenas de miles de procesos en un banco, desde la concesión de préstamos hasta el pago de impuestos, y no hay espacio para errores o demoras. Por esta razón, la máxima automatización y la optimización del tiempo de gestión se han vuelto conceptos clave para las entidades bancarias: «El reto está es la escalabilidad de los proyectos, es decir, el pasar de pruebas de concepto a una completa reingeniería del proceso», destaca Hugo Cortada, directivo de Serimag, empresa dedicada al tratamiento automático de documentos para los principales bancos en España.

Y es que solo el 12 % de los bancos posee hoy en día altos niveles de madurez en migración en lo que respecta a sus procesos de los que llaman el core banking, o negocio desarrollado con sus clientes, donde se incluyen servicios como cuentas de depósito, préstamos hipotecarios o pagos. Estos datos del 2022 están extraídos de un informe reciente de Minsait, compañía de Indra, que refleja también cómo ocho de cada diez entidades cuentan ya con un plan global para la modernización de sus sistemas más transaccionales y la migración de estos al mundo cloud, empujados por unos consumidores cada vez más exigentes, que demandan sencillez en sus operaciones y nuevas ofertas.

Y, aunque hay muchos procesos en la relación entre la entidad y el cliente que ya están automatizados, hay otros como los préstamos y, más especialmente los hipotecarios, que aún tienen que evolucionar hacia la web 3.0. Comprar una vivienda es una de las decisiones más importantes que tiene que tomar un ciudadano a lo largo de su vida, sobre todo porque en la inmensa mayoría de los casos requiere de la firma de una hipoteca. Y encontrar la entidad bancaria que ofrezca las mejores condiciones supone un gran esfuerzo y conlleva llevar a cabo acciones como cambiar la nómina de cuenta bancaria o firmar nuevos seguros con el mejor postor. Porque, al fin y al cabo, se trata de un movimiento que funciona como las subastas de obras de arte, aunque en el caso de los préstamos, el centro de la acción se sitúa en las condiciones de la entidad, y no en la persona que va a firmarlo. Con esta filosofía, nació la plataforma creada por una startup valenciana llamada Colibid y que propone las pujas hipotecarias inversas, en las que son las entidades las que ofrecen sus mejores ofertas ante una propuesta particular y es el ciudadano quien decide qué oferta escoger y en qué condiciones. «Nuestro sistema se basa en las subastas inversas, no hemos inventado nada, pero aplicado al mundo financiero va a tener mucho impacto», explica Stéfano Scardia, uno de los cofundadores de esta empresa tecnológica nacida en la incubadora de startups Demium y que luego pasó a formar parte de la aceleradora valenciana Lanzadera.

Stéfano Scardia, uno de los cofundadores de la startup valenciana Colibid
Stéfano Scardia, uno de los cofundadores de la startup valenciana Colibid

Allí encontró, en el año 2021, a los otros tres artífices de esta plataforma, cada uno de una nacionalidad europea diferente, pero que detectaron un mal común: la desconfianza de los usuarios cuando tienen que buscar una hipoteca. «Es un servicio que se usa contadas ocasiones a lo largo de la vida, pero que supone mucha frustración». Así, idearon un sistema de pujas para garantizar un escenario competitivo entre los bancos, poniendo en el centro los intereses del consumidor. El usuario crea un perfil financiero totalmente anónimo y encriptado, y los bancos solo ven las características de ese potencial cliente. Las entidades se conectan y pujan por él, y se crea así un mecanismo de subasta durante tres días.

Scardia define el primer año de vida de Colibid como una «explosión», en la que han conseguido 40.000 usuarios registrados, han percibido un volumen de hipotecas de 1.800 millones de euros y tramitado 12.800 subastas. Actualmente trabajan con más de cien brokeres y bancos; al principio, lo hacían más con estos brokeres intermediarios pero, al conocer su funcionamiento, las propias entidades mostraron su interés y ahora cuentan con la licencia del Banco de España, lo que les facilita la falta de confianza que a priori puede provocar un negocio nuevo en el que está en juego el dinero.

Otro de los puntos fuertes que ofrecen es la agilización de todos los trámites engorrosos que conlleva la propia firma de la hipoteca: toda la documentación se obtiene digitalmente, porque están conectados con el propio Banco Central, el registro de la propiedad, Hacienda o la Seguridad Social, una aspecto que también valoran las propias entidades financieras. Este aspecto también es muy valorado por los bancos.

El funcionamiento de estas subastas hipotecarias se desarrolla gracias a la automatización de procesos que los desarrolladores han conseguido con el uso transversal de la tecnología. Y ahí no se queda todo, porque ya trabajan para una nueva evolución del sistema hipotecario: «Trabajamos para montar una tecnología basada en blockchain creando un vehículo financiero con el que el cliente no tenga que irse a un banco, será un generador de hipotecas instantáneo», afirma el cofundador de Colibid. Y es que la tokenización hipotecaria está ganado pulso para transformar la financiación y la gestión, reduciendo costes asociados al sector y proporcionando transacciones más transparentes. Pero este paso aún no ha llegado y Scardia reconoce que, aunque se está modificando el modo de constituir una hipoteca, es un proceso que las propias entidades no agilizan: «No creo que la hipoteca desaparezca, pero cambiará la forma de financiar; y nuestra idea es democratizar todos los gastos superfluos inyectando mucha tecnología».