Aumentan las estafas deportivas en España: las apuestas «online», el nuevo blanco del ciberfraude
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En el 2024, el Ministerio de Consumo recibió más de 7.700 denuncias por suplantación de identidad en el juego, la mayoría vinculadas a apuestas deportivas
22 oct 2025 . Actualizado a las 05:00 h.Cada año, el calendario se llena de grandes eventos deportivos: desde campeonatos mundiales y torneos continentales hasta finales de ligas que paralizan ciudades enteras. Hoy, gracias a los servicios de streaming, cualquiera puede seguir el desenlace de un partido sin moverse del sofá, y algunos incluso se ven tentados a realizar apuestas, una práctica que conlleva riesgos evidentes y que, en muchos casos, se ha convertido en un objetivo para estafadores y ciberdelincuentes.
En España, las cifras ya muestran la magnitud del problema. Solo en el 2024, el Ministerio de Consumo registró más de 7.700 denuncias por suplantación de identidad en el juego online, y en el 90 % de los casos estaban relacionadas con apuestas deportivas. Lo preocupante es que muchas víctimas se dan cuenta del fraude demasiado tarde, cuando reciben reclamaciones de Hacienda por ganancias que nunca existieron.
El riesgo no se limita a las apuestas. Los que buscan entradas para un partido o evento especial también están expuestos. El revendedor que ofrece un asiento en primera fila a un precio tentador puede ser solo la punta del iceberg. Las páginas de phishing —sitios fraudulentos que imitan a vendedores oficiales— se han convertido en una de las herramientas favoritas de los ciberdelincuentes. Investigadores de la compañía de ciberseguridad Kaspersky detectaron recientemente un sitio que simulaba ser Ticketmaster. La estrategia era simple: atraer a los usuarios con la promesa de una tarjeta regalo de 1.000 dólares tras completar una breve encuesta, con la condición de pagar una pequeña comisión. Al final, ni premio ni devolución: solo cuentas vacías y datos personales en manos de estafadores.
Las apuestas deportivas son otro terreno fértil para el fraude. Hace unos meses, la Policía Nacional desmanteló en Guadalajara una red que logró estafar más de 20 millones de euros utilizando bots y antenas parabólicas para adelantarse a los resultados del Mundial de fútbol de Qatar o de la liga en la temporada 2022-2023. En otros casos, los estafadores recurren al clásico esquema de la «estafa del príncipe nigeriano»: un mensaje que anuncia un premio supuestamente ganado en una lotería organizada por una casa de apuestas conocida, seguido de solicitudes de pagos por comisiones o tasas inventadas. La ilusión de legitimidad se mantiene hasta que la víctima descubre que no hay premio alguno y que ha perdido dinero y datos personales.
Pero no solo el dinero directo está en juego. El merchandising falso se ha convertido en otra trampa para aficionados. Camisetas, bufandas y otros recuerdos de los equipos pueden parecer auténticos en tiendas online que copian logotipos, fotos e incluso reseñas reales, pero al pagar, los compradores descubren que nunca recibirán el producto. En ocasiones, los datos de la tarjeta son utilizados para compras no autorizadas, vaciando cuentas.
El streaming, por su parte, es otra vía por la que los ciberdelincuentes se cuelan en la vida de los aficionados. Sitios que prometen suscripciones «exclusivas» o con «descuento» para ver partidos clave se multiplican, y su única intención es robar datos de pago. Algunos ni siquiera intentan emitir el evento: al pulsar «play», el usuario es redirigido a otras estafas. La Champions League, la NFL o cualquier torneo popular se convierten así en un cebo constante para ataques cibernéticos, reforzando la necesidad de verificar siempre la autenticidad de las plataformas.
La preocupación no es solo anecdótica. La Liga alertó que en España el contenido deportivo se piratea un 25 % más que la media europea, según un estudio de la Oficina de la Propiedad Intelectual de la Unión Europea (EUIPO). «Los eventos deportivos unen a personas de todo el mundo, pero también atraen a ciberdelincuentes dispuestos a aprovecharse de la emoción de los fans», explica Olga Altukhova, Senior Web Content Analyst en Kaspersky. «Desde plataformas de streaming falsas hasta tiendas de entradas fraudulentas, los estafadores crean trampas muy convincentes. Por eso es fundamental detenerse, verificar la fuente y utilizar solo servicios de confianza antes de compartir tus datos de pago».
Para los aficionados, hay medidas sencillas pero efectivas que pueden minimizar el riesgo. Comprar entradas únicamente en canales oficiales y evitar revendedores dudosos es el primer paso. Revisar que las plataformas de streaming cuenten con conexiones seguras (HTTPS) y que estén vinculadas desde la web del equipo o canal oficial reduce las probabilidades de fraude. Lo mismo aplica al merchandising: buscar distribuidores verificados y desconfiar de gangas demasiado llamativas. Además, no hay que hacer clic en enlaces sospechosos que prometan entradas gratis, tarjetas regalo o consejos de apuestas, ya que suelen ser trampas de phishing.