No hay revolución, solo soluciones colectivas frente a estrellas apagadas

Xosé R.Castro FONDO NORTE

RUSIA 2018

19 jun 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Alemania se lleva un batacazo, Brasil y Argentina empatan con mucha más pena que gloria, la tecnología salva a una penosa Francia y solo Bélgica por goles y España por juego ofrecen síntomas de solvencia tras la primera jornada de la Copa del Mundo.

¿Qué pasa? ¿Vivimos una revolución en el fútbol mundial? ¿Un nuevo orden viene en camino? ¿Es cierto que el fútbol está cada vez más igualado? La respuesta es no por triplicado.

Un partido, y máxime siendo el primero, no sirve para sacar conclusiones, aunque sí puede ser un aviso para navegantes. Por mucho jugón que habite en las principales selecciones, el fútbol es una cuestión colectiva, como demostraron México y Suiza, y en grado superlativo, Islandia. De poco vale tener al mejor del mundo como Argentina si Sampaoli no tiene un plan B para tapar un día gris de Messi o que Tite admita que Brasil juegue al ritmo de Neymar aunque tenga otras vías para el triunfo. Solo Deschamps señaló en público a su estrella sustituyendo a Griezmann, más actor que futbolistas por el momento. Alemania no tiene ese problema de egos, pero cayó en un laberinto del que no pudo salir.

Revisado el estado actual de todos los favoritos, el juego exhibido por España ante Portugal fue una de las mejores noticias de los primeros cinco días de competición en Rusia. Una apuesta que se mantuvo en medio de la zozobra, tras el sainete de la salida de Lopetegui y porque Cristiano Ronaldo obligó a los de Hierro a levantarse dos veces de una situación complicada, y en un torneo de estas características el factor anímico se antoja fundamental.

Para la segunda jornada los grandes están avisados. Con nombre, trayectoria y estrellas en el once no se gana, y la historia reciente está llena da batacazos: España en Brasil, Francia en Sudáfrica...., pero eso no significa que un nuevo orden está llamado a la puerta de un deporte que se ha convertido en el más global de todos, pero que sigue teniendo los mismos caladeros que medio siglo atrás. Sinceramente, me cuesta creer que Corea o Panamá puedan salir campeones de Moscú.