El Panathinaikos peleará mañana por su sexto título de Euroliga y su técnico, Zeljko Obradovic, por el octavo de su carrera, tras vencer ayer en la primera semifinal al Montepaschi Siena (77-69), en un partido áspero que el conjunto heleno resolvió por experiencia y oficio.
Y eso que arrancó bien el Montepaschi, que en los primero minutos no pareció, ni mucho menos, que estaba disputando la segunda ?Final Four? de su historia.
Jugaron los italianos con determinación y mandando en el electrónico desde el principio, fundamentalmente gracias a la aportación de Rakovic y Lavrinovic en el juego interior y al dominio del rebote ofensivo (siete capturas en el primer cuarto). Sin embargo, su ventaja en este primer período nunca sobrepasó los cinco puntos (8-13, min.6 y 10-15, min.8).
El Panathinaikos, no obstante, no dejó que se rompiera el partido. Se aplicó en defensa y, bajo la magistral dirección de Diamantidis -seis asistencias en la primera mitad- llevó el choque a su terreno: posesiones largas, juego trabado y baja anotación.
En su estilo, el conjunto de Obradovic es sin duda el mejor de Europa.
Para redondear la reacción helena, Batiste apareció por fin en el partido para poner un poco de orden y lideró a su equipo al triunfo final.