| Lo vaticinó en el título de su primer disco, Viviendo deprisa, con el que revolucionó el pop de los noventa y millones de corazones adolescentes (y no tanto). Deprisa, volando, se han pasado más de veinte años en los que, más allá de partirnos el corazón, nos emocionó y nos hizo vibrar con once discos en los que ha sabido ganarse al público, a ese que vive la música como un sentimiento, con esa magia que ha sabido crear y que nace del horizonte flamenco para llegar al alma en forma de testamento musical de vanguardia.
Todo eso llega, ahora, en un nuevo producto, un disco recopilatorio que hará revivir muchos buenos momentos, de esos que nos invitan a morir en su veneno, pisando fuerte, con el alma al aire y alimentados por la fuerza del corazón. Porque, de eso no hay duda, Sanz es un artista universal, que pasará de huracán a leyenda, porque sus canciones son ya parte de la historia. De tantas y tantas historias.