Vendex dudaba de la valía de los enchufados y solo aseguraba el puesto a los «de arriba»

La Voz

SANTIAGO

09 feb 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

En Vendex se esperaban que, a cambio de haberles entregado la gestión de la guardería de Salgueiriños, el alcalde, Ángel Currás, y la concejala de Educación, Rebeca Domínguez, les pasasen un nutrido listado de personas a enchufar como trabajadores. Una de las empleadas de la empresa estaba preocupada por la valía de las personas que les iban a imponer y advertía a su jefe, José María Tutor, que en ocasiones había «mucha morralla». Él, delegado en Galicia del grupo, le confiesa que podían «filtrar» un poco, «pero lo que más me va a interesar a mí es atender a quien haya que atender».

Ante una baja calificación de los enchufados, en Vendex advertían que solo contratarían aunque no sirviesen a los que venían directamente «de arriba». De Currás y de Domínguez, que intercedió por una chica que ellos mismos reconocían que sí estaba cualificada. Serían, además, las únicas con sueldos de jornada completa. Para evitar contratar a gente con peores padrinos escribieron a lápiz en los currículos quién las enchufaba. Y así facilitaron las cosas a los investigadores.