Padres en fuera de juego

Serafín Lorenzo A PIE DE OBRA

SANTIAGO

01 abr 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Sucedió hace unos días en Mallorca. El escenario, un campo de fútbol. Los actores, una veintena de críos de 12 y 13 años repartidos en dos equipos. El público, una mayoría de padres sacrificados por el ocio de sus hijos y un rebaño dispuesto a saltarse el guion y robar el protagonismo a los chavales. Una entrada a destiempo de las muchas que se producen en cualquier deporte en el que haya un balón de por medio bastó en Mallorca para encender la chispa y detonar la grada. Al grupo de versados en el offside se le agotó la munición verbal y optó por convertir un juego de niños en una exaltación cavernaria. Las imágenes llevan diez días moviendo conciencias en los informativos. El mismo espectáculo bochornoso y denigrante se reproduce cada fin de semana, con mayor o menor intensidad, en muchos recintos deportivos del país. Mientras los escolares piensan en divertirse, algunos mayores se enrabietan por la miopía de los que no ven en las palmarias cualidades de su chaval el germen de un lionelcito o un cristianito en potencia. Como es obvio, este retrato corresponde a esa aborregada minoría que acostumbra a dar la nota entre las decenas de padres y madres que en Santiago, como en cualquier otra ciudad, roban horas de sueño a las mañanas de los sábados por las actividades de sus pequeños. Pero, ojo, los progenitores dispuestos a presentarnos a sus futuros artistas también se prodigan en otros ámbitos. Porque a la criatura que asoma al televisor enfundada en un traje de faralaes alguien ha tenido que vestirla así. Y esa sufrida copla que canta en la radiofórmula no la ha escuchado.