El Concello busca alternativas para reducir la circulación en Xoán XXIII

rosa martínez SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

PACO RODRÍGUEZ

Es el camino, dice, para pacificar un punto con muchos peatones y 8.400 coches diarios

25 jun 2017 . Actualizado a las 04:00 h.

El peatón sigue ganando espacio en el casco urbano, especialmente en los viales más céntricos. Pero en San Francisco está venciendo claramente en el pulso que mantiene con el tráfico rodado prácticamente desde la apertura de la dársena de autobuses. La arribada a Xoán XXIII de los visitantes que se mueven en excursiones genera a diario una tensión en esa entrada al casco viejo que ningún gobierno ha sabido atajar totalmente. Lo intentó el bipartito con la instalación de bancos pegados a la calzada para invitar al peatón a alejarse de la zona del tránsito circulatorio. Pero en buena medida generó el efecto contrario. El PP acabó retirándolos para delimitar el paso peatonal en ese mismo punto con árboles. Y resultó igual de infructuoso. Tanto como el intento de canalizar la salida y la entrada a la dársena por el paso de peatones que hay frente al acceso al párking de Xoán XXIII.

Con el amparo -y la despreocupación en muchos casos- que da moverse en grupo, los excursionistas campan a sus anchas desde que salen de la dársena hasta que enfilan la recta de San Francisco, y más todavía en el recorrido inverso, en una convivencia difícil con el vehículo. Cierto es que en ese tramo el espacio peatonal no es generoso. Y menos aún cuando se camina en grupo, una circunstancia que en Xoán XXIII es constante durante toda la temporada turística alta, pero también, y cada vez más, en buena parte de la baja.

Tras los intentos infructuosos de sus antecesores de poner orden en un punto tan sensible, el actual gobierno ha optado por hacer visible lo que otros entendían que ya se daba por hecho, que la prioridad es del peatón. Compostela Aberta no solo ha rebajado la velocidad a 10 kilómetros por hora hace meses, sino que además ha señalizado expresamente esa preferencia. Se trata de medidas de «calmado» del tráfico que en poco parecen haber modificado la situación. Y es que para el gobierno local, el tráfico rodado en ese ámbito es muy elevado. «É unha zona moi conflitiva e canta máis xente, máis conflitiva», dice el concejal de Mobilidade, Jorge Duarte, quien ha decidido cuantificar el tráfico diario que pasa por ese punto para estudiar alternativas reductoras de la circulación rodada. ¿Cuáles?. No está decidido. Esa es la reflexión que tendrá que abordar el gobierno de Compostela Aberta. Pero lo que sí tiene claro el edil es que ese es el camino.

La seguridad prima

Los datos del primer mes de mediciones arrojan un tránsito diario de 4.500 vehículos de subida de lunes a viernes (unos cien son de tráfico pesado) y 2.600 el fin de semana. De bajada son menos, 3.900 a diario (cerca de 70 pesados) y 2.400 en fin de semana. En total, 8.400 diarios en laborables. Sin datos previos, el Concello no sabe si la reducción de la velocidad ha disuadido a algunos conductores, pero en cualquier caso, se trata de una cifra «moi elevada», sobre todo en temporada alta, cuando el tránsito peatonal también lo es. Y para Duarte, ante la conflictividad de la zona, la seguridad prima, por lo que «só hai un camiño posible: a redución de vehículos». El tráfico rodado «é moi elevado para a cantidade de xente que pasa e a nós preocúpannos as persoas».

Introducidas ya medidas de señalización, «agora haberá que tomar outras», concluye el concejal de Mobilidade. El edil no marca fechas todavía, pero la cuantificación del tráfico ha puesto el calendario en marcha y «estamos vendo vías alternativas para reducir ese tráfico».

La solución natural es el desvío por la avenida Castelao

 

 

Duarte defiende que el volumen de tráfico en la confluencia entre Xoán XXIII y San Francisco debería limitarse al «imprescindible», lo que apunta a que habrá que buscar alternativa a buena parte del tráfico actual. Llegado el caso, habrá conductores que en función del origen y el destino de sus trayectos ya busquen su propia salida por otros puntos de la ciudad. Pero para los que necesariamente tengan su destino en la zona de Galeras y su entorno y no entren entre ese tráfico «imprescindible», la alternativa natural es la avenida Castelao. Y a falta todavía de cerrar esa reflexión en el seno del gobierno local, es a la que se apunta con más claridad.

El Concello no observó problemas en dicha avenida cuando se cerró San Francisco por obras a finales del 2015, y añade que con la variante de Aradas desaparecerá de Vite buena parte del tráfico pesado. Claro que la reducción del tráfico en Xoán XXIII no esperará a que esté operativo el desvío que debe hacer la Xunta. Duarte enmarca la medida en la filosofía de reducir el tráfico rodado en el centro y trasladar esa movilidad hacia su periferia.