Finsa forma con el Politécnico nuevos especialistas para sus fábricas gallegas

JOEL GÓMEZ SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

SANDRA ALONSO

Contrató a la mayoría de la primera promoción de mecatrónica industrial e inicia otra con más plazas

15 oct 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

En septiembre finalizó la primera promoción del ciclo superior de mecatrónica industrial. Lo impartieron por el sistema de formación profesional dual el Politécnico y Finsa. Acabaron los 16 estudiantes -15 varones y una mujer- que comenzaron hace tres años. Once están ahora contratados por la empresa, que precisa de este personal especializado. La experiencia resultó satisfactoria para ambas partes y este curso comenzó una nueva promoción, con 21 estudiantes.

Un mecatrónico es competente en mecánica y electrónica. Antes existía el título profesional de mantenimiento industrial, sin la parte electrónica. Al desaparecer, la opción es especializarse en mecánica o electrónica, y «a oferta de mecánica vai máis por soldadura, torno ou automoción, polo que o máis específico e de interese para fábricas como Finsa é mecatrónica. Este alumnado está preparado para facer o mantemento en calquera fábrica», explica Patricia Martínez, de Recursos Humanos de Finsa.

«Esta formación foi moi interesante para o alumnado, para a empresa, e tamén para o centro educativo, que así coñece como repercute a súa formación nos centros de traballo», agrega Begoña Martínez, también de Recursos Humanos de Finsa.

Esta empresa recibe hace años alumnado universitario y no universitario para prácticas laborales. Suelen durar unos cuatro meses. La FP dual fue diferente: cada uno de los tres años el alumnado estuvo un trimestre en el Politécnico, 8 meses en la fábrica y un mes de vacaciones. En Finsa realizaban jornadas de 8 horas: «estaban ben integrados, facían de todo, como calquera outro empregado, excepto quendas de noite ou de fin de semana. Cobraban unha bolsa polo seu traballo e estaban asegurados», explica Begoña Martínez.

El último año «eran como un máis do cadro de persoal. Un traballador desta especialidade tarda 2 ou 3 anos para a súa adaptación. Eles teñen moito gañado», dice Patricia. En cada fábrica este alumnado estaba acompañado de personal experimentado y tenían como tutor al jefe de mantenimiento. Fue interesante, relatan Begoña y Patricia, que quienes ejercían como docentes fuesen empleados con mucha competencia profesional, sin formación específica de profesorado, que tuvieron que impartir los contenidos contemplados por la Consellería de Educación para este título. Ayudó que el tutor del ciclo en el Politécnico, José Carlos Barros, es antiguo empleado de Finsa y conoce las características y las necesidades de la empresa.

«Esta formación foi máis parecida a traballar que a estudar segundo a oferta tradicional», señala Begoña. Uno de los que finalizaron se matriculó en una ingeniería «e que se sentise capacitado para iso é realmente importante, di moito da formación que recibiu», sostiene Patricia.

La mayoría de quienes hicieron mecatrónica habían cursado antes un ciclo de FP: superior, como Cristina Villar, que tenía dos de química, o Miguel Ángel García, de automoción y con experiencia laboral, ambos eran ex alumnos del Politécnico; o Álvaro Casás, que había estudiado electricidad en Ferrol. Los tres trabajan ahora en la fábrica de Formarís. Otros tenían un título de un ciclo medio, o del bachillerato tecnológico.