«Las necesidades de la facultad no pueden esperar por el nuevo edificio»

joel gómez SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

PACO RODRÍGUEZ

El nuevo decano de Medicina reclama «un plan gallego para formar especialistas médicos y odontólogos» según se necesiten dentro de 20 años

15 oct 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

«Nuestra obsesión es la calidad de la enseñanza para formar los mejores médicos y odontólogos», afirma Julián Álvarez (El Bierzo, 1956), elegido el miércoles nuevo decano de Medicina y Odontología, en espera de que le confirme el rector. Es catedrático y dirigía hasta ahora el departamento de cirugía y especialidades médico-quirúrgicas, el segundo más grande de la facultad y de la USC, pues engloba a 150 profesionales. También es jefe del servicio de Anestesia del CHUS; y preside la Sociedad Española de Anestesia, Reanimación y Tratamiento del Dolor, además de la comisión española para formar especialistas.

-Mantiene el equipo de su antecesor, ¿va a ser continuista?

-Es un equipo experimentado, que hizo un trabajo muy importante y tiene un conocimiento exhaustivo de la facultad. Y la experiencia, el buen hacer y el conocimiento son valores muy relevantes, no se pueden desperdiciar. Eso no significa que haya continuismo: si cambia y mejora la situación habrá que tomar otras determinaciones.

-¿Espera que cambie?

-Nadie imaginaba hace cuatro años que podría haber un proyecto para una nueva facultad, y lo hay. La situación obliga a mantener una línea u otra. Lo que tenemos claro es que seremos leales a la institución, con nuestras discrepancias cuando consideremos que las decisiones no las veamos acertadas.

-¿Hay descontento aún por la reducción de departamentos?

-Una reivindicación de nuestro programa, que conoce ya el rectorado, es que Odontología sea un departamento, pues reúne todas las características y es razonable. Y estoy seguro de que habrá más áreas con entidad para serlo; aunque otras no la tenían.

-¿Qué prioridades se plantea?

-Lo dije cuando presenté el programa: las prioridades son el alumnado y el profesorado y las necesidades de la facultad no pueden esperar por el nuevo edificio. Tenemos el mayor volumen de estudiantes de España, más de 2.300; y una plantilla docente de más de 300 profesores, que es y resulta insuficiente. Medicina y Odontología son más del 10 % de la USC, precisamos más profesores titulares y más catedráticos.

-¿Cuántas plazas más en total?

-Debe haber un número razonable de estudiantes y de docentes, que dependen de las necesidades de Galicia en los próximos 15 o 20 años y de las nuevas tecnologías. Hay que hacer un plan gallego de formación de médicos y odontólogos. Porque un especialista no se improvisa; y si quienes se forman no se utilizan se ocasiona un quebranto profesional y económico.

-¿Qué pide para el alumnado?

-En el siglo XXI no tiene sentido que el primer contacto de nuestro alumnado con la clínica sea directamente el paciente; precisamos más simuladores, adaptados para diferentes situaciones; y ya, esa es una gran prioridad.

«Muchos médicos de los hospitales quieren ser docentes»

Julián Álvarez reconoce el esfuerzo del equipo decanal anterior para mejorar la dotación y realizar la evaluación clínica objetiva estructurada (ECOE) en Medicina «que quizá se deba implantar en odontología, para ver la preparación del alumnado que acaba para asistir a pacientes». Sobre el edificio de la nueva facultad, «en los próximos días habrá una reunión con el equipo de construcción, que se retrasó por problemas burocráticos, y esperamos hacer más antes de fin de año. Que se nos escuche será importante para que responda bien a lo que se necesita».

-¿Ve satisfactoria la práctica clínica del alumnado en los centros del Sergas?

-Funciona razonablemente bien, aunque siempre pueda mejorarse y es posible que haya modificaciones. Recientemente se incorporaron los hospitales de Ferrol y Pontevedra, los únicos que faltaban, y lo han hecho a plena satisfacción.

-¿Hay formadores suficientes en todos los centros?

-En Pontevedra no hay ningún profesor asociado y en una reciente reunión con el decanato en funciones han pedido que se tenga eso en cuenta. Estamos agradecidos al CHUS y a los restantes centros, pues vemos una colaboración muy importante. Y con frecuencia recibimos peticiones de muchos médicos de los hospitales que quieren ser docentes y participar de la educación de los futuros profesionales.

-¿Esperaban tanto interés?

-Sí, responde incluso a nuestro código deontológico. Es una respuesta muy satisfactoria.

-¿Cómo son los profesionales que quieren formar para el futuro?

-Van a ejercer una medicina muy diferente. La de ahora poco tiene que ver con la del viejo hospital de Galeras: ni en fármacos, ni en técnicas y tecnologías, ni en indicaciones y contraindicaciones, ni en sistemas de control, ni en la obsesión por la calidad o la formación continuada, o el concepto de paciente frágil. Y esos cambios se acentuarán. Queremos formar a los mejores profesionales, porque van a ocuparse también de nuestra salud.

«La investigación no puede quedar en la célula, debe beneficiar sobre todo al enfermo»

Julián Álvarez dirige el grupo de investigación del paciente crítico, integrado en el área de neurociencias del Instituto de Investigación Sanitaria de Santiago (IDIS). Es partidario de «darle más valor en los concursos profesionales a las publicaciones de impacto y a la tesis doctoral; el trabajo científico se debería reflejar en cualquier puesto asistencial o de responsabilidad del sistema de salud, así de claro», dice.

-¿Hay pocos médicos que investiguen?

-Sí, es una realidad. La investigación nunca es suficiente y desde la facultad tenemos que promocionarla. En Santiago hay dos estructuras muy potentes, el Cimus -Centro singular de investigación en medicina, de la USC- y el IDIS y debe conseguirse mayor transversalidad. La investigación no puede quedar en la célula, debe beneficiar sobre todo al enfermo.

-¿Cómo valora su propia experiencia en este ámbito?

-En el Cimus hay una plataforma que dirige Mabel Loza, con un programa de desarrollo de fármacos analgésicos muy activo; y mi grupo debería ser más la parte clínica de esa investigación en todos los temas relacionados con el dolor. Es así como la parte básica puede tener mayor aplicabilidad a pacientes.

-Y en el CHUS, ¿se ha mejorado la atención al dolor crónico?

-Con la actual gerente del área sanitaria, y su antecesor, han aumentado los medios para tratarlo, con muchos más quirófanos; aunque los medios siempre son insuficientes. Hay una preocupación por este tema, por su influencia en la calidad de vida de las personas que lo sufren. Se generan listas de espera, es cierto, pero están controladas y se atienden con razonable rapidez.

-¿Y para sedaciones y anestesia fuera de quirófano?

-Nos tenemos que adaptar mejor a las nuevas guías europeas para responder a la creciente demanda. Porque muchas salas de endoscopia, por ejemplo, hay que tratarlas ya como quirófanos, pues la complejidad y riesgos de sus procedimientos son semejantes. También le dedicamos ya más medios, pero es un tema que precisa mucho diálogo.

-Como presidente de la sociedad española proponía un nuevo Libro Blanco de la anestesia, ¿se hará?

-El borrador está avanzado, confío en que esté listo en el 2018. No podemos tardar tanto en incorporar cambios, hay que ir en paralelo a los avances, y estoy seguro de que en el 2021 no servirán ya conceptos de este 2017.