«Ilustrar el Camino fue un reto, con una gran evolución desde el primer día»

La ferrolana Blanca Escrigas recibió varios premios por sus trabajos artísticos, sobre todo por sus acuarelas, que ha expuesto en Galicia y en Madrid. Y hasta fin de mes pueden verse una decena de sus obras, en una muestra en la galería Sargadelos de Santiago, que comparte con la también gallega Isabell Seidel, y con las portuguesas Fernanda Lamelas y Teresa Ruivo. Consta de ilustraciones que las cuatro realizaron entre en 26 de junio y el 5 de julio en el Camiño da Costa, la última de las rutas jacobeas que ha conseguido reconocimiento: «Esta experiencia ha sido muy enriquecedora. Participé muy ilusionada, pues me parecía un proyecto muy atractivo, con mucha fuerza por su doble finalidad, la de hacer el Camino de Santiago desde una mirada artística, y visibilizar a las mujeres en el campo de la ilustración», explica.

Las dos portuguesas hicieron el recorrido desde Oporto hasta la frontera gallega; y Blanca e Isabell desde A Guarda a Compostela. «Fueron días muy enriquecedores a muchos niveles. Primero el personal: hicimos la parte gallega con una coordinadora; cuando empezamos, ninguna de las tres nos conocíamos, y resultó una relación muy intensa y maravillosa. Y a nivel de trabajo el ritmo resultó muy intenso también; ilustrar el Camino fue un reto, con una gran evolución desde el primer día. El proyecto tuvo muchos puntos fuertes para nosotros», manifiesta.

Blanca reconoce que nunca había realizado antes el Camino «y quedé con ganas de repetir», dice. Al preguntarle por lo más impactante de esas jornadas, responde que «es interesante el conjunto del Camino. Desde el punto de vista del trabajo artístico creo que se nota la evolución desde la primera a la última ilustración, aunque se realizaron propuestas diferentes. Teresa, por ejemplo, dibuja mucho a las personas, a los peregrinos, sus ilustraciones tienen muchas más figuras; Fernanda y yo somos profesionalmente arquitectas y coincidimos en prestar mayor atención a los espacios arquitectónicos, hay más ausencia de personas; e Isabell retrató a bastantes personas y también espacios».

Las cuatro artistas efectuaron el recorrido en coche: «a pie era imposible, porque se trataba de un proyecto muy definido. Aunque Isabell y yo coincidimos con un grupo de peregrinos en Baiona por primera vez, en tres etapas más volvimos a estar con ellos, y después los encontramos al llegar a Santiago; por lo que podemos decir que nuestro ritmo fue semejante al de ese grupo de peregrinos».

Blanca e Isabell «contrastábamos mucho el trabajo plástico». Y cuando llegaron a Compostela «nos emocionamos un montón las dos, como si realmente el objetivo hubiese sido el de llegar a una meta. Por eso ahora tengo interés en hacer el Camino de otra manera, quizá de forma más espiritual», manifiesta.

En la exposición hay paneles con aportaciones individuales de cada una de las cuatro artistas y otro en los que se mezclan sus ilustraciones. Seleccionaron los trabajos, pues «el ritmo fue muy intenso, dibujábamos 7 u 8 al día cada una. En la exposición se ve el resultado. Muchas de esas ilustraciones se elaboraron in situ, durante el Camino. Aunque hubo igualmente un trabajo de cuaderno de viaje, para hacer apuntes».

Valora que se cumplieron los dos objetivos, tanto el artístico como el de reivindicar la visibilidad de la mujer en el mundo de la ilustración «y estoy contenta de que contasen conmigo para un proyecto así. Isabell y yo comenzamos pensando más en hacer un trabajo que nos encargaban, que no en una peregrinación; y al final la experiencia ha terminado por ser muy intensa y enriquecedora en todo», insiste Blanca Escrigas.

Polifacética. Blanca Escrigas es arquitecta de profesión, y además compositora, cantante, profesora de dibujo, empresaria y dirige una escuela de surf.

Exposición. Este mes, en la galería Sargadelos, comparte exposición con Isabell Seidel, Teresa Ruivo y Fernanda Lamelas.

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