Solo 27 de las 1.289 denuncias por maltrato en la provincia partieron de las víctimas de esas agresiones

a. mahía A CORUÑA / LA VOZ

SANTIAGO

cesar quian

La mayoría parten del atestado policial

15 nov 2017 . Actualizado a las 09:14 h.

La cifra es tremenda. En la provincia coruñesa, en lo que va de año, se registraron un total de 1.289 denuncias por maltrato. Lo peor es que la inmensa mayoría parten de un atestado policial y no directamente de las víctimas, pues solo 27 mujeres que han sufrido violencia sexista denunciaron a sus parejas por iniciativa propia. Es decir, que se presentaron en comisaría antes de que la policía, un familiar o un vecino interviniera.

Según los datos aportados por el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, en la provincia se produjeron este año 1.038 casos de violencia contra la mujer surgidos a raíz de una intervención policial. Son los propios agentes quienes realizan el atestado y las víctimas lo ratifican. En 28 ocasiones, fue la familia de la agredida la que dio el primer paso.

Hoy se sabe que el 016, el teléfono de ayuda a las víctimas de violencia en el hogar, recibió el año pasado 1.310 llamadas, cuando en el 2015 fueron 1.691. En cuanto al número de ayudas que se dispensaron a las víctimas, fueron 558 en Galicia (no hay datos provinciales).

Otro aspecto importante reflejado en el portal estadístico del Ministerio de Sanidad es el referente a las dispositivos electrónicos de seguimiento. En la actualidad, 43 mujeres de la provincia portan un teléfono de emergencia con geolocalización.

57 con protección las 24 horas

Números aparte, el juzgado de Violencia sobre la Mujer de A Coruña tramitó el año pasado un total de 905 denuncias. En el 20 % de los casos, las víctimas retiraron la acusación o se acogieron a su derecho a no declarar contra sus maridos. Este año, las cifras son similares. Lo hicieron «porque los han perdonado, por miedo o por presiones familiares», según fuentes judiciales. Eso no supone que los agresores se libren de la pena, pues en esos casos en los que la víctima retira la denuncia, la Fiscalía continúa igualmente con el proceso. Lo que se conoce como «actuar de oficio». En la mayoría de los casos, cuando las pruebas son notorias, el maltratador resulta condenado aunque la víctima mienta o calle en el juicio para salvarlo, cosa que el año ocurrió en medio centenar de maltratos.

En la actualidad, hay vigentes 320 órdenes de alejamiento. En este sentido, el Consejo General del Poder Judicial mostró un informe en el que se refleja que más de un tercio de las solicitadas por las víctimas son denegadas.

En la provincia de A Coruña, un total de 57 víctimas de malos tratos son protegidas las 24 horas.

«Algo está fallando, pero cada vez hay más recursos»

 

a. m.

El subdelegado del Gobierno en A Coruña, Jorge Atán, presentó ayer en el Centro de Inserción Social Carmela Arias y Díaz de Rábago la película Arenas del Silencio con motivo de la celebración el 25 de noviembre del Día Internacional de la eliminación de la violencia contra las mujeres. Asistió la jefa de la Unidad contra la Violencia sobre la Mujer de la Subdelegación del Gobierno, Judit Fontela, quien destacó «la importancia de impulsar acciones de prevención y sensibilización de la población para visibilizar la violencia sexual y de género sobre las mujeres y avanzar en la eliminación de esta lacra. Reconoció que «algo falla», pero «se está trabajando mucho. Vemos un avance. El mensaje es que hay salida. Cada vez hay más recursos».

En cuanto a la película, su directora, Chelo Álvarez-Stehle, explica que cuenta la historia de una mujer mexicana que logra escapar de una red de prostitución y tráfico de mujeres para convertirse en una gran líder contra la explotación sexual en la comunidad latina del sur de California.

«El relato está inspirado en la protagonista» y la directora llega a ahondar en su propia historia que le lleva a quebrar el silencio sobre el abuso sexual en su vida. «Arenas del Silencio narra historias íntimas sobre un problema endémico, y celebra el triunfo del espíritu con una llamada a romper las cadenas de la violencia».