La tensión entre la Xunta y el Concello frustra una reunión sobre A Sionlla

r. m. SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

XOAN A. SOLER

Ambos tratan ahora de reconducir la situación y se muestran abiertos a la colaboración

22 nov 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Con gran tensión, sin conclusiones y pendiente de concertar una nueva cita. Así terminó ayer la reunión convocada en la sede de la Asociación del Polígono do Tambre con la conselleira de Medio Ambiente, el alcalde, representantes empresariales y la Cámara de Comercio en torno al convenio suscrito hace un año para impulsar la reindustrialización de Santiago y movilizar el suelo disponible en A Sionlla.

Se trataba de intentar avanzar en una estrategia sobre la que había puesto el foco aquel convenio: procurar el asentamiento del sector biotecnológico y de transformación de la madera. De hecho, en el encuentro planeó el temor de los empresarios a que la implantación comercial que se está imponiendo en A Sionlla lamine ese objetivo si no se reserva suelo con esa orientación.

Sin embargo, la reunión se torció antes de empezar. La conselleira Ethel Vázquez no ocultó su malestar horas antes, cuando se le preguntó por el contenido de ese encuentro en otro acto. Vázquez criticaba que la convocatoria del Concello le llegase «sen orde do día» y que tampoco aclarase mucho cuando lo reclamaron. «Acodemos sen ter un obxectivo claro», apuntaba antes de que el grupo municipal del PP cuestionase que no se le hubiera invitado y que la reunión fuese «para poñerlle deberes á Xunta».

Y no lo ocultó tampoco en el propio encuentro, aunque fuentes municipales apuntan que la convocatoria no era suya, sino que lo que hizo Raxoi fue canalizar la petición de reunión que le dirigió la asistencia técnica contratada dentro del convenio y que trabaja estrechamente con los empresarios. Y añaden que acudieron a ella con el mismo nivel de conocimiento previo que la Xunta. No se trataba de poner deberes, dicen al tiempo que achacan la situación a una mala interpretación sobre la convocatoria.

La situación se recondujo en una charla posterior a la reunión entre la conselleira y el alcalde. De hecho, tanto el departamento de Vázquez como Martiño Noriega intentaron soslayar la polémica y centrarse en A Sionlla. El primero se limitó a apuntar que la Xunta está trabajando para atender las solicitudes de los empresarios y el Concello con actuaciones como la variante de Aradas y las medidas adoptadas para mejorar las condiciones de ocupación de ese suelo: «A Xunta está apostando por Santiago».

Y en esa apuesta mantiene «a plena disposición» a colaborar en la búsqueda de nuevas formulas de impulso al polígono. También el alcalde, quien apuntó que desde su gobierno «non imos alimentar ruidos nin posicións cativas que interfiran nunha aposta de cidade tan ambiciosa como a reindustrialización de Compostela e que suscita tantas adhesións» entre las instituciones de la ciudad: «A nosa posición sempre vai ser de facilitación».