La tasa cayó a 40 por cada mil habitantes en el 2017, pero se mantiene en las recomendaciones de la OMS
25 may 2018 . Actualizado a las 12:32 h.El envejecimiento de la población y la dispersión tienen muchos efectos negativos, y uno es la mayor dificultad para donar sangre. En el 2017 las donaciones cayeron a 108.656, con una tasa de 40 por cada mil habitantes, lo que implica un punto menos que en el 2016. Lugo y Ourense son las provincias en donde menos donaciones se registran, pese a que hay concellos, como Pobra de Trives, en la provincia ourensana, que llega a las 69.
Padrón sigue siendo un año más el concello más solidario, con 105 donaciones en el 2017 por cada mil vecinos. En cuanto a las siete principales ciudades gallegas, Santiago, con 88, es con mucho la que registra más donaciones. Solo Lugo no alcanza las recomendaciones de la OMS, con 32. La directora de la Axencia de Doazón, Marisa López, recordó que pese a las dificultades para organizar campañas la población gallega ha demostrado su solidaridad, y animó a los gallegos a realizar este sencillo acto que es vital para miles de pacientes. El objetivo para este año es incrementar las donaciones para seguir cumpliendo las recomendaciones de la OMS, que están entre 40 y 60 donaciones por mil habitantes.
Sobre el perfil del donante, el mayor tramo de edad está entre los 43 y 65 años, y la inmensa mayoría pertenecen a los grupos A positivo y 0 positivo.