Compostela Aberta mantendrá los impuestos congelados para el 2019

r.m. SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

Paco Rodríguez

Cuestiona por «non realista» la bajada que han planteado populares y socialistas

18 sep 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Populares y socialistas han coincidido en la última semana en reclamar una bajada impositiva para el 2019. Con carácter más genérico en el primer caso, y centrada en el IBI, los vehículos y las plusvalías, en el segundo. Sin embargo, Compostela Aberta (CA) no está dispuesta a abrir un debate sobre demandas que no ve «realistas» y que dejarían al gobierno a expensas de una oposición que en buena medida ya le marcó la política fiscal en el arranque de mandato, con la bajada del IBI y la congelación del impuesto de vehículos que CA quería revisar al alza.

Desde entonces, el equipo de Noriega ha apostado por la congelación impositiva. Y eso hará también para el próximo año. La contención fiscal se mantendrá para todos los impuestos y tasas municipales. Esa, cuando no la minoración, parece la tónica general en las haciendas locales con las elecciones a la vuelta de la esquina. Pero en el caso de Santiago, la congelación también evita a CA exponerse ante la oposición. Porque, en ausencia de una propuesta del gobierno que implique cambios, las ordenanzas fiscales ya no se someten a debate plenario. El ejecutivo local se ha centrado ahora en la negociación de los presupuestos de ese año, que arrancó ayer.

Lo que no es asumible para el gobierno de Noriega es la línea de la bajada que plantean los dos grupos mayoritarios de la oposición. «Non é realista dicir que se poden reducir os ingresos sen reducir gastos», sostiene la concejala de Facenda, María Rozas, quien defiende la apuesta por la contención de la presión fiscal -«aínda que en Santiago está por debaixo da media das cidades galegas»- y por el mantenimiento de las políticas sociales, cuyos gastos «se incrementaron nos últimos anos». «Non estamos dispostos a prescindir diso», dice la responsable de las cuentas municipales, cuando Compostela «xa ten o IBI máis baixo (0,51) das cidades galegas e é o máis baixo que tivo este Concello».

La edila ve más «electoralismo» que «realismo» en las propuestas reduccionistas «que non aplicaron eles -dice en alusión a populares y socialistas- cando gobernaban», y defiende que el objetivo debe pasar antes por la bonificación fiscal para quienes lo precisen, que por la bajada impositiva: Y las bonificaciones en Santiago «son das máis elevadas», añade. En el 2016 se elevaron las que permite la ley «ao máximo legal», afirma la edila ante unas propuestas de minoración que PP y PSOE defienden como válidas. Los populares, que ven «voracidade recadatoria» en CA, sostienen que la recaudación en impuestos directos por encima de lo presupuestado lo permitiría. El PSOE, que la merma de ingresos se compensaría con el incremento fiscal a los bancos y empresas de servicios básicos por el uso de dominio público.

Los recibos del IBI subirán, no obstante, por la ponencia del 2010

La congelación llegará a todas las ordenanzas fiscales, pero los contribuyentes del IBI no la percibirán. Porque si bien el tipo impositivo que fija el Ayuntamiento se mantendrá en el 0,51 para los inmuebles residenciales urbanos y rurales (el 0,54 para los no residenciales de mayor valor catastral), los recibos notarán la repercusión anual de la actualización de los valores catastrales realizada en el 2009 y que comenzó a aplicarse en el 2010.

La actualización se distribuyó sobre los diez años siguientes con una subida media anual próxima al 6 %. La del 2019 será la última anualidad sobre la que se repercuta. «O que afecta ao recibo non depende do Concello, senón da revisión dos valores catastrais», afirma Rozas, quien avanza que Compostela Aberta quiere introducir la clave del «reequilibrio territorial» en la próxima. «No rural existe unha demanda de revisión que estamos analizando», porque «algúns valores poden ser elevados». La actualización de la ponencia suele hacerse cada diez años.