Cambio en el Xacobeo. O al menos, vacío, porque no hay sustituto. Dentro de pocos días su director-gerente, Rafael Sánchez Bargiela, se reincorpora a su puesto de archivero-bibliotecario de Tui. Punto final a una etapa de más de cinco años en la que el Xacobeo recobró el pulso tras el oscuro mandato de Ignacio Santos que lastró el breve de su sucesora, Camino Triguero, y el del sucesor de la sucesora, un gran profesional como José Paz, que se empeñó en suavizar los destrozos dejados en el 2010. Por cierto que la gestión de Paz fue notable: del norte lo reclamaron para relanzar Turismo da Coruña.
Y en esto llegó Rafa, con su bonhomía, su profundo conocimiento del Camino de Santiago (sobre todo del Portugués por Tui, que el otro, el de A Guarda y llamado Por la Costa es mero camelo político). Un humanista que no quiso trepar sino promocionar y defender las rutas jacobeas a capa y espada.
Ahora se va, y nadie puede calificar su balance de negativo. No solo puso punto final a aquella nefasta etapa empezada por Santos y que ya había enterrado Paz sino que abrió nuevas vías de promoción y de generación de conocimiento en lugares como Corea del Sur y, sobre todo, en la británica Durham, recuperando el inicio del Camino Inglés. Su buen entendimiento con el alcalde y concejales de Oroso -municipio líder en la promoción de esa ruta- ayudó a ello.
Seguro que a su casa no se lleva ninguna medalla ni de oro, ni de plata, ni de bronce. Pero Rafael Sánchez Bargiela se puede colgar con orgullo y con toda justicia la de la ética y la de haber puesto su más que respetable grano de arena para que el Camino de Santiago perviva, al menos, hasta el Xacobeo 2021. Boa viaxe de volta, amigo.