Reproches de hierro con guante de seda en el debate electoral de La Voz y Radio Voz

Juan María Capeáns Garrido
juan capeáns SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

Jorge García

Compostela Aberta, PP, PSOE y BNG desgranan sus propuestas para Santiago

22 may 2019 . Actualizado a las 17:10 h.

Salvo un súbito cambio de personalidad, Santiago tiene garantizado un alcalde o alcaldesa con sentido de la educación y el respeto institucional, con capacidad de presentar propuestas, con entrega y, por encima de todo, con un tono de moderación que permite distinguir las ideas del ruido político. Es la sensación que dejaron los cuatro aspirantes a liderar Compostela durante los próximos cuatro años en el debate organizado por La Voz de Galicia y Radio Voz.

Martiño Noriega (Compostela Aberta), Agustín Hernández (PP), Xosé Sánchez Bugallo (PSOE) y Goretti Sanmartín (BNG) mantienen diferencias notables sobre el modelo de gestión municipal en la capital gallega en los últimos cuatro años, pero sus ofertas hasta el 2023, en un escenario sin mayorías, tienen algunos puntos en común que tendrán que aflorar tras el 26M. En un abarrotado salón de actos del Centro Sociocultural de Fontiñas hubo propuestas en positivo y reproches entrecruzados que propiciaron una insospechada alianza: el candidato popular, el socialista y la nacionalista fueron muy críticos con la gestión de Compostela Aberta, lo que obligó a Martiño Noriega a gestionar con criterio los medidos tiempos de intervención y las respuestas por alusiones, en las que tuvo que ponerse las gafas de ver la ciudad con ojos optimistas, al menos en lo que se refiere a los últimos tiempos. Fue ágil al recordar aspectos negativos de gobiernos pasados, entrenado como viene de cuatro años de plenos, e ignoró, para bien y para mal, a Goretti Sanmartín.

Sánchez Bugallo, con su tono sereno que le caracteriza, fue el más cáustico del trío opositor, y también el que utilizó con más audacia el tiempo de intervención de sus adversarios, manejando los gestos de estupefacción y las negativas cuando no estaba de acuerdo, sobre todo con lo que decía Noriega. Se vio atropellado por el reloj una y otra vez cuando se empeñó en desgranar sin excesivo detalle el programa electoral socialista, perdiendo comba para incidir en los temas polémicos que al principio generaron murmullo entre el público, que acabó por romper el hielo con aplausos generales la única vez que falló el cronómetro. Fue en un turno de Noriega, al que el público en general premió por no aprovecharse del fallo técnico y ceder la palabra.

Conviene matizar ese consenso del auditorio porque en la segunda mitad del debate hubo muchos más aplausos, pero claramente propiciados por asistentes con legítimos intereses directos, ya fueran colaboradores o miembros de las candidaturas. La cla funcionó para todos, pero en un torneo de golpes de efecto hubiera vencido de calle Goretti Sanmartín, muy solvente en todas sus intervenciones. Fue contundente al describir los problemas de indecisión de Compostela Aberta con la depuradora, un asunto que se le atragantó a Noriega y en el que Agustín Hernández demostró haber estado encima en los últimos cuatro años. El líder popular también fue sólido al cuestionar el proyecto de la estación intermodal, y supo elevar el tono en un capítulo de aparente consenso como el de la política social, al recordarle a Noriega la contradicción de llegar la alcaldía en el 2015 denunciando que en Santiago había 18.000 personas pobres y haber dado ayudas que solo se cuentan por cientos. Como Bugallo, pecó de recitar sus propuestas con más prisa por avanzar en sus notas que pasión.

Los argumentos prefijados cedieron protagonismo al público, que se mostró punzante con sus cuestiones sobre los pactos poselectorales y que respetó todas las ideas. Solo hubo un abucheo: el dedicado a José María Caneda, expresidente de la SD Compostela, que alzó la voz saltándose el protocolo para preguntar. El único fuera de juego del encuentro.

PSOE, BNG y PP coinciden en echar en cara a CA falta de proyecto y gestión

Martiño Noriega cita a Van Gaal y les acusa de ser «sempre negativos» y de pedir lo que no hicieron cuando gobernaron

xurxo melchor

Juntos, pero no revueltos, estuvieron en el debate los tres grupos de la oposición a la hora de echar en cara al actual alcalde, Martiño Noriega (Compostela Aberta) lo que para ellos fueron la tónica de sus cuatro años en Raxoi: falta de proyecto y de gestión en todos los ámbitos municipales. El candidato del PSOE, Xosé Sánchez Bugallo, criticó el pésimo estado en el que a su juicio está el servicio municipal de autobuses, cuyo contrato aseguró que lleva caducado desde el 2015 y con una flota con una media de edad de catorce años. «Foi un fracaso de catro anos», afirmó. Un reproche que también le hizo Agustín Hernández (PP), que dijo que el regidor «non foi quen de sacar adiante o concurso nin de renovar a frota». Goretti Sanmartín (BNG) le reclamó, además, que apueste por la ORA gratuita, que favorece la rotación sin que le cueste dinero a los vecinos.

Noriega se defendió con sus logros en reducción del tráfico en la rúa de San Pedro, Xoán XXIII y Montero Ríos y recordó que la mejora del transporte metropolitano pasa por la Xunta. En cuanto a los aparcamientos que le reclamaron, respondió que siempre que no sea con el modelo del Hospital Clínico «con prezos que son abusivos», apuntó el alcalde.

La dinámica se mantuvo en otro asunto central para la ciudad como es el turismo. Para el candidato a la reelección por Compostela Aberta, su gobierno ha coincidido con una época en la que se han batido todos los récords. Desde el de peregrinos al de pernoctaciones, aunque sí que considera que hay un «risco para a convivencia» entre turistas y ciudadanos. Por ello, explicó, proponen la tasa turística que la Xunta le ha negado, así como mayor control sobre los pisos turísticos.

Bugallo puntualizó que hay que diferenciar entre turistas y visitantes y reprochó a Noriega que Santiago «perdeu protagonismo no liderado turístico» y que «máis visitantes non significan máis ingresos». Sobre los pisos turísticos, el PSOE apuesta por la regularización e inspección, pero afeó a Noriega que no hiciera nada en esa línea. «Hai algo máis que se pode facer que andar paseando una cama», afirmó. Sobre la tasa turística, dijo no descartarla, como tampoco el BNG, que, eso sí, quiere celebrar un referendo para que decidan los vecinos. Sanmartín recordó al regidor que su apuesta es por un turismo «non de cifras e cantidade, senón de calidade» y también propuso crear una ordenanza de comercios emblemáticos «para evitar que o Derby termine sendo un McDonald’s».

Para el PP, las cifras que esgrime Noriega «esconden datos preocupantes», como las bajadas en ocupación y en ingresos medios por noche. Por ello, su apuesta es un nuevo plan estratégico de turismo e «fortalecer Incolsa [empresa pública], mesmo abríndoa ao sector privado». Para Hernández, Santiago debe focalizarse en el Xacobeo del 2021 y por ello propuso dar incentivos fiscales a todas las empresas que tengan que ver con la celebración del próximo año santo.