Tambre y Costa Vella, deterioro y suciedad

Margarita Mosteiro Miguel
marga Mosteiro SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

SANDRA ALONSO

Los dos polígonos industriales de Santiago necesitan un plan integral para reparar los innumerables baches, incluso en viales nuevos, y más limpieza y cuidado de zonas verdes

16 sep 2019 . Actualizado a las 00:05 h.

Los dos polígonos industriales de Santiago están pidiendo a gritos un plan integral de mantenimiento y conservación. No es necesario adentrarse mucho en las dos áreas para comprobar que la suciedad se acumula en todos los rincones, las zonas verdes solo tienen un aspecto aceptable en aquellos lugares donde los empresarios se preocupan por su atención, y hasta los viales más nuevos están llenos de baches o se hunde el pavimento. La maleza, tanto en las aceras como en las fincas sin edificar, hace temer lo peor en días de altas temperaturas. La doble fila afecta tanto a las calles más estrechas como a las principales, y lo peor es que se trata de camiones de gran tonelaje que impiden la visibilidad del resto de los conductores.

Pavimento

Baches y terreno hundido. No se salva casi ningún vial. Los baches están presentes en todas las calles de los dos polígonos, y en algunos empieza a desaparecer el asfalto. En muchos viales de Costa Vella, especialmente en las que cuentan con mayor movimiento de camiones, el terreno está cediendo, y los vehículos circulan en un vaivén constante que afecta a la suspensión. Las cajas de registro, situadas en el medio de la calzada, están rotas, y los turismos ya se han dejado más de un neumático en ellas. Ni siquiera en los viales más nuevos de los polígonos de A Sionlla y Costa Vella, las calles se salvan del mal estado. Cuando las lluvias lleguen, que llegarán, los usuarios de estas vías tendrán que armarse de mucha paciencia.

suciedad

Alguien vio alguna vez un barrendero? Es evidente que si el servicio de limpieza no pasara nunca por los polígonos del Tambre y Costa Vella la situación sería incluso peor. Sin embargo, su presencia no puede ser frecuente a juzgar por la gran cantidad de restos de papeles, cajas, botellas y un sinfín de desperdicios tirados por las aceras, y junto a los bordillos de las vías. Los contenedores de basura no tienen mejor aspecto que el de algunos barrios y parroquias de Santiago. No se trata de que estén impolutos, pero un poco de agua y jabón no les vendrían mal. Al tratarse de una zona industrial es fácil encontrar tornillos y otras piezas menores en el medio de las calzadas. Revise sus neumáticos, porque no sería raro que tuviera alguno en la rueda. Atención, porque el pinchazo estará al caer.

Maleza

Plantas en las aceras. Es un mal que afecta a muchas zonas de la ciudad, y aunque pueda pensarse que por los polígonos industriales hay menos gente caminando por las aceras, no es así. La maleza que crece en las fincas abandonadas invade las calles, y hasta se deja ver en los baches que afloran en los viales. En Costa Vella, las parcelas sin edificar tienen gran cantidad de maleza, que supone un peligro para todas las empresas asentadas en el área, especialmente en jornadas de altas temperaturas.

doble fila

Falta de aparcamiento. La mala costumbre de dejar el coche en doble fila durante unos minutos no es una cuestión exclusiva de las calles del Ensanche. En el polígono del Tambre está totalmente extendida en buena parte de sus viales. La razón, como en la zona urbana, es que no hay espacios para aparcar ni parar para descargar mercancía. Si en una calle del Ensanche supone un problema para la circulación, en el Tambre representa un peligro al restar visibilidad al resto de los conductores. Es muy frecuente encontrar camiones de gran tonelaje parados delante de naves, a la espera de poder descargar. Esta situación ocurre tanto en la vía Edison, arteria central del polígono, como en otras transversales, como Galileo o Diésel. Costa Vella, aún con menos industrias, se está convirtiendo en un refugio para aparcar camiones y remolques. Algunas de sus calles, con más de una veintena de remolques y cabezas de tráileres aparcados, se están convirtiendo en aparcamientos privados para almacenar vehículos.

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Cuello de botella para acceder al parque

La experiencia de los problemas de accesos que se sufrió durante décadas la entrada al polígono del Tambre no sirvió para evitar la misma situación en Costa Vella. En este caso, el día a día se agrava porque, a la diminuta entrada al nuevo polígono, llega todo el tráfico que procede del periférico y la autopista. Cuando coinciden varios camiones en la rotonda de la entrada, el atasco afecta a buena parte del periférico y del propio parque empresarial. Los vehículos circulan por carreteras con dos carriles para después entrar por una callejuela de un único carril, que desemboca en una rotonda incapaz de regular el tráfico.

Por si fuera poco, en el acceso se localizan dos de las empresas de Costa Vella con mayor afluencia de clientes. Decathlon y Leroy Merlín tienen la entrada a sus respectivos aparcamientos justo en el medio del vial de entrada al parque. En los últimos meses se instalaron barras para eliminar algunos de los giros de la primera rotonda de acceso al polígono y mermar el atasco. Una rotonda que, además, acumula todo el barro y suciedad de las obras cercanas. Esos cambios mejoraron un poco la situación, pero el vial es de dimensiones reducidas y sin posibilidad de ampliación al tener construcciones a ambos lados.