Iván Vázquez, entrenador gallego de fútbol en Ecuador, estuvo retenido 40 horas en el aeropuerto de Quito por el toque de queda

La Voz SANTIAGO

SANTIAGO

cedida

«En ningún momento temí por mi vida», dijo el técnico compostelano, preocupado por la angustia de su familia y por la situación de las personas de su club

14 oct 2019 . Actualizado a las 19:22 h.

Iván Vázquez, entrenador compostelano de fútbol y responsable de formación del club Independiente del Valle, en Ecuador, permaneció cuarenta horas retenido en el aeropuerto de Quito debido al estado de excepción y toque de queda impuestos por el Gobierno durante las protestas de los indígenas contra la reforma económica. A las cinco de la madrugada de este lunes pudo, por fin, abandonar la terminal junto a cientos de personas que, al desembarcar, como él, o cuando se disponían a tomar un avión, se vieron sorprendidos por las medidas de excepción, suspendidas tras el acuerdo alcanzado para revisar las subvenciones al combustible, una de las medidas más polémicas que desataron los enfrentamientos en el país andino.

«En ningún momento temí por mi vida, a pesar de las noticias que nos llegaban del exterior, porque el aeropuerto era una zona segura, con un perímetro de protección a cargo de los militares, que no dejaban salir ni entrar», explica Iván. Por el contrario, sus preocupaciones se dirigían hacia los deportistas del club al que pertenece, que se quedaron recluidos en el complejo de entrentamiento de Sangolquí, muy cerca de Quito, y hacia su familia en Galicia, por las noticias que llegaban sobre los fuertes disturbios y la crítica situación que ha vivido el país en los últimos días. Iván admite que temió que se iniciase una guerra civil, pero inmediatamente señala que en el año que lleva en Ecuador ha estado tan a gusto que su determinación, durante la larga espera en el aeropuerto, era «aguantar al máximo aquí».

Iván Vázquez volvía a Quito, donde tiene su residencia a solo diez minutos en coche del aeropuerto donde permaneció retenido, procedente de Doha (Catar), adonde viajó la semana pasada para asistir como invitado al Global Summit, cumbre mundial de fútbol. El regreso lo hizo con escala en Barajas el sábado por la mañana. El entrenador admite que de haber sabido que se iba a quedar retenido a su llegada a Quito, hubiese prolongado su estancia en España, acercándose a ver a su familia en Galicia, hasta que la situación se calmase en Ecuador. Sin embargo, las noticias que le llegaban desde el país sudamericano eran menos alarmantes que las que transmitían los medios de comunicación en España. Por lo tanto, no dudó en proseguir el viaje. Hasta que a mitad del vuelo trasatlántico, conectándose a Internet, supo de las medidas de excepción adoptadas en el país a consecuencia de unos disturbios que, según la Confederación de Nacionalidades Indígenas, dejaron una decena de muertos y dos mil heridos.

Iván afirma sentirse estupendamente en Ecuador y no pasa por su cabeza la posibilidad, de momento, de volver a España. «Nunca he vivido una situación de peligro aquí», afirma, y se muestra muy agradecido a su club, que «se preocupa mucho por mí». También explica que la zona en la que reside en Quito es muy segura. Ahora, recuperándose del cansancio acumulado, solo espera reanudar lo antes posible, con toda probabilidad este martes, el trabajo en los entrenamientos de los equipos de la cantera del Independiente del Valle, un club que vive con entusiasmo los preparativos de la final de la Copa Sudamericana, que disputará su primer equipo en Paraguay el 9 de noviembre contra el Colón argentino. Especializado en alto rendimiento, Iván Vázquez trabajó en Galicia con las categorías inferiores del Deportivo, Rácing de Ferrol y Compostela, entre otros clubes.