En varias facultades los únicos que iniciaron el curso en las aulas fueron los de primero
22 sep 2020 . Actualizado a las 23:35 h.«Nunha aula de 500 estabamos 128, para nós as clases van ser sempre presenciais». Las palabras son de Carlos Lamela, de O Milladoiro, estudiante de primero de Económicas. En esta facultad, los únicos citados ayer -y los que pisarán las aulas del centro durante las dos semanas iniciales- eran los nuevos matriculados, para el resto el arranque del curso universitario fue telemático. En este primer día el gran protagonista fue, precisamente, el alumnado que iniciaba sus estudios, ya que solo ellos pasaron por las aulas en Matemáticas, Física, Filoloxía y Ciencias da Comunicación, entre otras. «Lo que más nos inciden es que estemos pendientes del aula virtual continuamente porque puede haber cambios en cualquier momento», añadía Ainoa Vicente, de O Rosal, estudiante de Filoloxía.
Desde la USC apuntaron a un inicio de curso sin incidencias reseñables. Fue un día de nuevos protocolos para todos, con ventanas y puertas abiertas -«dixéronnos que se tiñamos frío nos abrigaramos»- , geles en múltiples puntos, mucha separación y de dejar huella de la presencia de manera telemática. «Desmotiva un pouco porque hai menos actividades e hai que estar máis separados, pero agardo acabar acostumándome», afirmó Alba Lareo, que estudia Filoloxía y residirá en O Burgo das Nacións.
Si delante de Ciencias de Educación -que prevé telemáticas las clases expositivas y presenciales las prácticas- o de Medicina -con todo en línea hasta el día 28- no había movimiento, en Historia, donde iniciaron sus estudios Cristina Castro o Iván Couce, había más animación. Para ellos su debut es con clases semipresenciales.
Entre las facultades en las que se pudieron ver veteranos se encontraba Derecho. El alumnado de primer curso -con todas las clases en aula- estuvo acompañado de parte del resto de niveles, que reciben clase semipresencial. También en Enfermería apostaron por esta combinación en el centro y en casa. En Filosofía pueden ir todos a Mazarelos. Por Medicina, sin ninguna clase presencial, el acceso era para realizar otras gestiones. Entre las que pasaron estaban Marta Cedeira y Carmen Cascallar, de tercer curso, que explican que el mayor desencanto es por la supresión de prácticas. «Nos podían también descontar de la matrícula», afirma Cascallar.
«O que pedimos é que sexa docencia de calidade»
Estudiante de tercero de Medicina, Marta Cedeira, fue una de las pocas que pasó ayer por la facultad para un asunto relacionado con el paso del ecuador, porque las primeras clases en línea llegaban para ella por la tarde. «Non podemos pedir presencialidade total porque é inviable xa que sabemos que non podemos estar 150, pero si pedimos unha docencia de calidade», dijo.
«Quero ir a clase, polo menos coñecer a cara do compañeiro»
A Iria Corzón, de Negreira, se le complicó su llegada a la USC después de que le eliminasen el autobús que llegaba directo a la ciudad. «Ahora lévame máis dunha hora», afirma. A pesar de ello y de las complicaciones que puede tener, prefiere las clases presenciales «polo menos para relacionarnos cos compañeiros, aínda que só sexa para coñecerlles a cara».
«Vai haber moita xente que non se conecte en liña»
Estudiante de Filoloxía Francesa, a Cloe dos Santos, de Noia, le preocupa especialmente la combinación de las clases presenciales y telemáticas. «Se un día tes unha clase presencial e despois outra telemática, a onde imos os que non vivimos en Santiago?», afirmó. Considera que por este motivo, entre otros, «vai haber moita xente que non se vai conectar en liña».
«A pesar do inicio telemático, teño moita ilusión»
El inicio de curso no es el soñado para Eva Luyufeng, de Ribadeo. En la residencia de O Burgo das Nacións aguardaba por su primer contacto con Medicina, que iba a ser telemático incluso para la presentación. No será hasta que comiencen las prácticas, ya la próxima semana, cuando pise por primera vez la facultad: «Aínda que empece deste xeito, teño moita ilusión». Ella se quedará toda la semana en el centro. Por su parte, Alba Lareo, que cursa Filoloxía, prevé regresar a Lugo ya el miércoles porque el resto de esta semana tendrá solo clases telemáticas. Eso sí, por la cocina de la residencia tendrán que esperar para la próxima semana, esta toca bar o acudir al supermercado a buscar algo ya preparado.
«Imos ter menos oportunidades de actividades»
Cándido Samuel Lois, de Pontevedra, optó por un colegio mayor, La Estila, como alojamiento durante su primer año universitario. No tuvo dudas a la hora de residir en Santiago: «Quería probar a vivir fóra». Las primeras sensaciones en las aulas fueron positivas, aunque tiene claro que «este ano imos ter menos oportunidades de actividades polo covid-19». Ayer comentaba las primeras experiencias con otra pontevedresa y con la que tiene amigos comunes, Marta Outeiriño, que como él cursará ADE, También ella destacaba que este primer año «prefiero la residencia -irá a la Barroso- para conocer gente».