La hostelería adelanta a octubre los cierres habituales de enero

m. mosteiro / R. Martínez SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

XOAN A. SOLER

Las limitaciones del covid y la caída del turismo llevan al borde de la quiebra al sector

10 oct 2020 . Actualizado a las 23:36 h.

Las restricciones impuestas en el sector de la hostelería para frenar el avance del covid, unido a la caída histórica del turismo y a la previsión de que en el último trimestre del año no se recuperarán el turismo extranjero ni el de congresos está provocando que los establecimientos de hostelería adelanten sus habituales cierres de enero a esta misma semana o a partir de octubre. La hostelería, fundamentalmente la del Franco y de otras calles del entorno de la Catedral, cerraban en enero, justo después de Navidad, para disfrutar de sus vacaciones. Pero, tras un verano «desastroso», el cierre viene impuesto para «no seguir sangrando» los recursos personales. El Dakar, por ejemplo, optó en pleno confinamiento por no abrir sus puertas hasta Semana Santa; y el Sónar, uno de los locales de moda de la noche compostelana, anunció su cierre temporal mucho antes de que las medidas anticovid cerraran los locales de ocio nocturno. Una decisión también tomada por la Sala Capitol.

Los ánimos de los hosteleros, según apuntaron fuentes de Hostelería Compostela, están «cada vez más hundidos y son muy pesimistas con una posible recuperación hacia final de año». Los ERTE tramitados por la asociación siguen vigentes, y los hosteleros están a la espera de las nuevas directrices que permitan prolongarlos más allá del 30 de septiembre.

Al cierre de la hostelería se une la decisión de responsables de hoteles de parar, al menos hasta final de año

Entre los establecimientos en los que ya puede leerse el cartel de cerrado por vacaciones está A Barrola y el Rápido, pero también otros establecimientos, aunque no han puesto el cartel, han clausurado provisionalmente sus locales. El Ventosela, que estuvo cerrado durante las últimas semanas, tenía previsto abrir este fin de semana a modo de prueba. Al cierre de la hostelería se une la decisión de responsables de hoteles de parar, al menos hasta final de año, y evaluar la situación con el arranque del 2021 antes de retomar la actividad.

Hostelería Compostela estima que algo más del 30 % de los establecimientos hoteleros adheridos a la entidad no abrieron en verano, y seguirán clausurados hasta Semana Santa del 2021. Uno de los hoteles que cerró, y sigue cerrado, es el Rúa do Vilar. Hace unos días se conoció también el cierre de El Peregrino. El Altamira optó asimismo por suspender sus actividades después de un verano flojo y un mes de septiembre totalmente atípico para este establecimiento. 

Grandes hoteles

En el grupo de las cadenas, la situación se complica día a día. Esteban Iglesias, director del NH Collection, reconocía que están atravesando por un momento delicado. «Deberíamos tener planificado el mes de diciembre. El año pasado en septiembre habíamos sacado los menús de Navidad. La organización de un gran hotel se planifica a largo plazo, pero ahora mismo chequeamos el presente y no pensamos en el futuro», apunta. A modo de ejemplo de cuál es la situación de cara a final de año, Iglesias apunta a que, antes, en el mes de noviembre «teníamos completa la noche de fin de año»; sin embargo, en esta ocasión «ni siquiera podemos planificar, porque no es posible hacer previsiones». Aunque su cadena no se plantea el cierre de su hotel, reconoce que en el sector es un asunto del que se habla y que cobra fuerza.

El portavoz de la Unión Hotelera de Santiago insiste en que «un mes de beneficio, quien lo haya tenido, no puede ser suficiente para aguantar un hotel que ha tenido ocho meses de caja a cero o casi cero». Lamenta los comentarios de quienes, sin tener conocimientos claros de lo que supone tener un hotel abierto, consideran que «los hoteles ganaron mucho dinero y que pueden resistir. El balance de los años buenos, de los momentos positivos, es de entre un 10 y un 15 %, pero la caja de resistencia se agota», explica Iglesias.

El Concello escucha la petición para instalar estufas y mamparas en las terrazas

El Ayuntamiento estudiará en qué medida puede ayudar al sector de la hostelería con medidas fiscales y con la ampliación de espacios para terrazas, aunque, en el primer caso, será a cuenta de los presupuestos del 2021. En el segundo, cualquier posible medida deberá someterse a un estudio individual, porque en la utilización de la vía pública hay que tener en cuenta a los demás usuarios. Es la respuesta del alcalde a dos de las peticiones que le formula el sector para paliar los efectos de la pandemia sobre una actividad que, con la llegada del otoño, se enfrenta a la merma de la ocupación en las terrazas por la climatología. De ahí que otra de sus demandas se centre en la autorización de estufas, mamparas y sombrillas.

En ese caso contarán con la colaboración de Raxoi sin que haya que esperar a que mude la ordenanza. El estado de emergencia permite aportar soluciones inmediatas y esa es la vía que se seguirá, aunque el regidor advierte que, en cuestión de cierre de terrazas, no se admitirá ningún elemento permanente. En materia fiscal Raxoi verá «ata onde podemos chegar» porque el Concello tiene que seguir afrontando gastos, dice.