Gonzalo Arias, hostelero: «A metade de doazóns que recibo son de peregrinos que coñecín estes anos»

b. casal SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

Gonzalo Arias lanzó un crowdfunding para resistir la crisis que atraviesa su local
Gonzalo Arias lanzó un crowdfunding para resistir la crisis que atraviesa su local PACO RODRÍGUEZ

El propietario del pub Conga 7 acaba de lanzar una campaña de crowdfunding para hacer hacer frente a la crisis y ya ha conseguido más de 1.600 euros

20 mar 2021 . Actualizado a las 14:00 h.

El Conga 7 de Gonzalo Arias enfrenta los dos grandes problemas que ha traído la pandemia para los locales más dependientes del ocio nocturno: la limitación horaria y las restricciones de movilidad, que tanto afectan a un Santiago que se desangra sin el turismo internacional. «Estiven case dez anos de taxista traballando moito con peregrinos, porque sei inglés e coñezo ben o Camiño. Hai dous deixeino e collín o local, que antes era un pub», explica Gonzalo, que sin visitantes extranjeros y con su actividad limitada (su licencia no le permite abrir antes de las diez del mediodía) se ha visto obligado a pedir ayuda para resistir.

Con el apoyo de un estadounidense y dos australianas ha puesto en marcha una campaña de crowdfunding (donaciones por Internet) para sufragar los gastos de su negocio. «No último ano só houbo dous meses de ganancias, que foron febreiro e xuño, cando houbo o boom de xente. No crowdfunding pido 15.000 euros, aínda que entre unha cousa e outra quedarían en dez ou doce mil. Para un local como o meu son seis meses de gastos», describe el propietario del Conga 7, que ya ha superado los 1.600 euros en donaciones gracias a su campaña.

La mayoría de apoyos llegan desde fuera de España, en buena medida gracias a la red de peregrinos que Gonzalo ha ido tejiendo a lo largo de este tiempo y a los que sigue informando en redes sociales de la situación de Santiago.

«A metade de doazóns que recibo son de peregrinos estranxeiros que coñecín estes anos. E da outra metade que non coñezo a maioría tamén vén de fóra», destaca. Esos turistas que le ayudan son precisamente los que ahora ha perdido a causa de las restricciones y con la clientela de la ciudad, matiza Gonzalo, se trabaja, pero las cuentas siguen sin salir.

«Aínda que teñas clientela de Santiago, coas restricións non hai maneira. E logo se tes un local na zona vella, como o meu, tampouco é fácil porque xa non hai tanta vida como antes», añade el hostelero.

Del pub al bar

En sus planes ya estaba ir convirtiendo su local en un bar más que en un pub, dado que los peregrinos «despois da medianoite xa retiran porque levan outro ritmo». Ahora esa idea se hace más necesaria debido a la parálisis total del ocio nocturno, que lleva meses sin poder trabajar como antes. Aun así, Gonzalo no descarta mantener ese trabajo nocturno cuando se recupere la normalidad, sin dejar de lado, eso sí, el servicio de mañana y de tarde.

Mientras tanto, los recibos siguen llegando y sin ingresos el día a día se complica no solo por los negocios, sino para los hosteleros. Y es que además de los gastos corrientes que hay que seguir pagando, Gonzalo recuerda que detrás de los negocios que peor lo están pasando por la crisis del covid hay personas con dificultades para llegar a fin de mes.

«O meu crowdfunding non implica salvar un negocio, senón unha persoa. Os gastos do local soben de 2.000 euros ao mes, pero tamén hai que comer cada semana. Non somos só negocios, somos as familias que están detrás deles», concluye Gonzalo.