La medida provocó innumerables quejas y manifestaciones
18 abr 2021 . Actualizado a las 05:10 h.Hace 31 años, en el Concello de Santiago estaban liados con la modificación de la Ordenanza de Tráfico. El concejal del área, Xosé Sánchez Bugallo, quería aprovechar la obligación impuesta por la nueva Ley de Tráfico en relación con la denominación de las vías urbanas, para limitar la circulación de coches por el casco histórico. Esta medida provocó innumerables quejas y manifestaciones, y ello a pesar de que no se retiraron totalmente los vehículos de la zona noble. Tres décadas después, los intentos de peatonalización, ahora en Mazarelos, siguen levantando ampollas. Por otro lado, el Concello vuelve a estar liado con su ordenanza, y ahora lo que se pretende es regular el paso de las bicicletas y los patinetes. Cambia el tipo de vehículo, pero las quejas son casi idénticas.