Kassius Robertson: «Volver al Obra significa volver a casa»

Ignacio Javier Calvo Ríos
NASO CALVO LA VOZ / SANTIAGO

SANTIAGO

Sandra Alonso

«No dudé ni un segundo cuando me llamaron», señala el escolta canadiense

30 nov 2022 . Actualizado a las 20:47 h.

El Obradoiro presentó a Kassius Robertson. El escolta canadiense, que regresa a Sar, en donde ya estuvo dos temporadas, mide 1,91 metros y tiene 28 años de edad. Procede del Reggio Emilia, con el que disputó once partidos durante la presente campaña, siete de la Lega italiana (8,7 puntos, 2,3 asistencias, 0,6 recuperaciones y 1,7 pérdidas) y cuatro de la Basketball Champions League (10,0 puntos, 1,3 asistencias, 0,8 recuperaciones y 1,5 pérdidas). Es internacional absoluto por Canadá y también tiene nacionalidad jamaicana.

En su nueva presentación como obradoirista, Robertson reconoció que cuando el club compostelano llamó a su puerta no dudó « ni un segundo». Agradeció a Raúl, José Luis Mateo y Moncho Fernández «la oportunidad de regresar». Subrayó que se siente «muy afortunado. Las últimas semanas no fueron fáciles para mí. No sé si se dio el momento perfecto o que simplemente estaba destinado a ello, pero todo encajó a la perfección. En cuanto me llamó Moncho Fernández no dudé. Para mí, volver al Obradoiro significa volver a casa».

Sobre los cambios con respecto a su anterior etapa en Santiago, Robertson apuntó que «este sistema de juego es mi favorito. Estos primeros entrenamientos fueron fáciles para mí. Hubo pequeños cambios, pero es el mismo estilo y la filosofía de juego de los últimos dos años. Así que, personalmente, es sencillo asimilar todo lo que venga nuevo».

También se refirió el canadiense a lo que le pidió Moncho Fernández en esta segunda etapa: «De lo primero que hablamos fue de tener paciencia para adaptarme al equipo, que siempre lleva tiempo. Hay que ir paso a paso, entrar en la dinámica y conocer a mis nuevos compañeros. Lo que necesita de mí es que sea yo mismo. Tenemos muy buena relación tanto dentro como fuera de la pista. Nos conocemos y sé qué espera de mí. Él sabe lo que me gusta hacer y cómo juego. Estoy seguro de que me pedirá todo lo que necesite en cada momento. Confío plenamente en él y él sabe que puede confiar en mí».

El sábado, el escolta obradoirista volverá a vivir un partido en la caldeira: «Me muero por las ganas que tengo de estar en el pabellón, formar parte del equipo en un día de partido, con nuestra afición. Que mi primer partido sea en casa va a ser genial. Estar de vuelta en Sar, con nuestra gente. Creo que me darán una gran bienvenida, así que estoy ya deseando que llegue pronto el sábado».