Sanmartín deberá rendir cuentas para lograr socios para sacar el presupuesto de Santiago del 2026
SANTIAGO
Al igual que hicieron los no adscritos, el PSOE exige conocer el grado de ejecución de acuerdos anteriores antes de sentarse a negociar
02 oct 2025 . Actualizado a las 05:00 h.Goretti Sanmartín tendrá que rendir cuentas sobre su gestión presupuestaria si quiere contar con la disposición de sus socios externos, el PSOE y los no adscritos, para afrontar la negociación de las cuentas municipales del 2026. Los expulsados de la formación socialista lo dejaron claro a mediados de septiembre, en una comparecencia pública en la que fueron más que firmes. «Non negociaremos os orzamentos do 2026 ata o cumprimento satisfactorio do acordo deste ano», decían.
El PSOE no se ha mostrado tan contundente de momento, aunque ayer sí advertía de que no entrará a negociar los presupuestos del 2026 sin que antes pueda evaluar con el gobierno el estado de los acuerdos del 2025 y del 2024. Y ya pidió esa reunión, pero sigue en espera desde el 17 de septiembre. «É imprescindible antes de abordar o proxecto de orzamento», advertían ayer su portavoz, Sindo Guinarte, y Marta Abal, exedila de Facenda, que además de la gestión de los acuerdos presupuestarios con el bipartito (BNG y CA) se ha interesado por la ejecución de los ingresos municipales y por cómo piensa abordar el ejecutivo el incumplimiento ya previsible de las expectativas de cobro de 5,5 millones de euros.
Es lo que suman los ingresos presupuestados para la totalidad del año por la tasa turística (2,6 millones) y por las nuevas licencias de taxi (2,9). Los ingresos por la tasa turística serán muy limitados con respecto a esa previsión al comenzar a cobrarse todavía ayer. Y con las nuevas licencias de taxi todavía sin convocar, sus ingresos no llegarán hasta el 2026, a tenor de las recientes explicaciones de la alcaldesa de como va ese proceso, apuntó la socialista.
Para Abal, la desviación presupuestaria de los ingresos por ese importe no es una cuestión menor, porque habrá que ver qué gastos se retraen, aunque tanto ella como Guinarte pusieron el foco también en el seguimiento de proyectos estratégicos y servicios básicos, como «a situación procedemental» en que está la futura convocatoria del nuevo servicio de transporte público y los estudios para decidir la gestión del agua, de los que nada saben y cuya resolución urge a la ciudad, dijo Guinarte. Pendiente del informe encargado a la Universidade da Coruña, el socialista dice que no tienen ninguna posición previa, porque esta no es una cuestión que haya que resolver «ideoloxicamente», aunque la solución que respalden ha de garantizar inversiones en los primeros años del contrato, porque la ciudad las necesita. Y no creen que esa sea la municipalización.
En cuanto a organización interna, Abal cuestionó que aún no se hayan convocado las ofertas de empleo desde el 2023, ni concluido los procesos selectivos convocados en el anterior mandato. Y mostró su preocupación por una circular interna del Concello en la que se dice que «calquera actuación que supoña ou poida supoñer algún tipo de alteración e ou modificación dos saldos que consten rexistrados na contabilidade requirirá o previo coñecemento e autorización do titular do órgano de xestión orzamentaria e de contabilidade». Abal se pregunta a qué obedece esto y duda «de si se produciu algún tipo de actuación administrativa ou política que afecte á integridade municipal».
Desde el gobierno local apuntan que la contabilidad municipal es una competencia del órgano de Xestión Orzamentaria e Contabilidade y que nadie puede realizar operaciones contables sin su consentimiento. Y precisan, sobre las dudas del PSOE, que «non temos constancia de que desde ningún departamento se estea a alterar a contabilidade municipal».
Piden alternativas ante la demora del párking del Clínico
Al PSOE le preocupa también el aparcamiento en el Clínico una vez que abra el centro de protonterapia, porque la Xunta no estará en condiciones de licitar el párking hasta comienzos del 2027, dijo Abal, quien reclamó que Raxoi le urja «solucións alternativas» mientras no esté ese párking. También quiere conocer cómo van los compromisos con el rural, porque, afirma, respecto a todas sus demandas, que su respaldo «non é un cheque en branco».
Al Partido Popular siguen sin salirle los números para una hipotética moción de censura
Los dos votos socialistas no garantizan la mayoría absoluta al gobierno (8 concejales), que para eso precisa también a los no adscritos. Ni siquiera le aseguran una mayoría simple frente al PP (11 ediles), aunque tener en contra a cualquiera de los dos grupos minoritarios a la par que al PP hará inviable cualquier iniciativa plenaria. Y con eso tiene que contar el bipartito al hablar de presupuestos, sobre todo después del revés que le infligió el partido del puño y la rosa el jueves pasado, al negarle el respaldo a las dos ordenanzas (la de gestión y la fiscal) relacionadas con los residuos urbanos.
Un revés que, junto con la proliferación de varias mociones de censura en los últimos meses en Galicia, ha introducido de nuevo en el debate político de Raxoi la disponibilidad del PP para promover un relevo en la alcaldía. Una posibilidad a la que nunca se ha cerrado Borja Verea, aunque ahora han sido unas declaraciones del concejal Evaristo Ben posteriores a ese pleno las que han apuntado en ese sentido. Pero el PP no halla socios en el ala izquierdista de la oposición. El PSOE solo ve en las palabras de Ben un «enredo» de los populares, a los que han dejado claro de nuevo que nunca estarán «nunha operación de moción de censura para promover un goberno de dereitas en Santiago». Y los no adscritos, los cuatro concejales expulsados del PSOE, ya ni entran a valorarlo, después de haberlo dejado claro en el pleno de abril. «Non vou facer nunca alcalde a un candidato do PP», decía entonces Gonzalo Muíños.
Desde el gobierno, la portavoz de Compostela Aberta, María Rozas, afirmaba ayer, en sintonía con la alcaldesa, que Verea no acaba de asumir que no tiene respaldo suficiente para llegar a la alcaldía. Rozas recordó que Verea había renegado de los votos de los no adscritos en aquel mismo pleno y consideró la posibilidad de una moción en Santiago «un soño húmido do PP e de Borja Verea».