El Concello habilitó parte del parque de Ameneiral con un horario restringido
20 ago 2017 . Actualizado a las 05:00 h.El municipio de Ames se ha convertido en uno de los pocos del área metropolitana en habilitar una zona abierta para los perros que no pertenezcan a una raza considerada potencialmente peligrosa. Esta zona está ubicada en el casco urbano de Bertamiráns, en el parque de Ameneiral, un espacio que también acoge instalaciones deportivas al aire libre, aunque en esta última zona no está permitido el paseo sin correa.
La zona reservada para el paseo en libertad de los animales tiene un horario limitado, que abarca desde las ocho de la tarde a las nueve de la mañana, sin limitaciones ni ampliaciones en fines de semana o jornadas festivas. La concreción de este horario y la ubicación del parque no es fruto de la casualidad, sino del acuerdo alcanzado entre un grupo de amienses con mascotas y el Concello de Ames, que señalizó el recinto hace varias semanas.
El parque de Ameneiral era la zona elegida por el Concello de Ames para crear un espacio acotado para que las mascotas, bajo la vigilancia de sus dueños, pudiesen pasear sin correa. Como el proyecto aún no se ha concretado y en el barrio ya surgieron problemas de convivencia, se optó por habilitar este espacio de forma experimental. Los vecinos interesados en disponer de una zona de paseo libre para mascotas recogieron firmas para apoyar su demanda logrando en apenas tres días el aval de 75 personas. Este grupo se reunió con el concejal de Medio Ambiente, Javier García Guldrís (Contigo Pódese), que previamente había mantenido contactos con vecinos que protestaban precisamente por todo lo contrario, por las personas que paseaban a sus mascotas sin correa por el parque. Y una semana más tarde se confirmó la solución adoptada.
A favor y en contra
Una de las personas que promovió la reserva de este espacio es Alicia García, vecina de Bertamiráns desde hace más de diez años y que reconoce que en varias ocasiones fue requerida por la Policía Local de Ames para que atase a sus perros, de raza pequeña y sin problemas de convivencia ni con personas ni con otros canes. No fue ni mucho menos la única en recibir amonestaciones y avisos para posibles multas porque en Ames estaba prohibido pasear con perros sueltos, como ocurre en la mayor parte de los concellos del entorno. Ahora, con la señalización autorizada, ella y los vecinos que también tienen animales pasean más tranquilos «y sin ir a escondidas».
«A mí, como a cualquier otra persona me molesta que no se recojan las heces de los animales», explica, pero también resalta que la falta de civismo y cuidado por los espacios públicos no es patrimonio de los dueños de animales. García defiende las ventajas de habilitar zonas para que «los perros sean perros» y explica que si no se habilitan espacios para que puedan pasear sueltos estos animales tienen más riesgo de ser menos sociales y con mayores problemas de conducta, lo que agravaría la convivencia con las personas que no empatizan con las mascotas.
Sobre el horario perruno, reconoce que hay disparidad de opiniones entre los dueños de animales, sobre todo de cara a los meses de invierno, en los que los parques apenas tienen actividad desde media tarde. Pero todos coinciden en que disponer de este espacio en una zona céntrica supone un primer paso, que podría derivar en nuevas medidas dependiendo de su resultado.