Melide reúne al mundo de la gaita por Muíño, padre del pallón de plástico

Natalia Rodríguez Noguerol
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José María Alfonso García recibirá hoy un homenaje ideado en la diáspora vasca

25 ago 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

José María Alfonso García, Muíño, (Toques, 1938-Boiro, 2016) era de oído fino, mano diestra y corazón generoso. Si no lo conoció sabrá por qué si continúa leyendo lo de que su tío Pepe cuenta Belén García, la artífice de un homenaje a título póstumo que hoy reunirá en Melide, a partir de las seis de la tarde, a una nutrida representación de la música popular gallega, además de familia, amigos, conocidos y quien guste de descubrir la figura de un hombre al que el mundo de la gaita -donde destacó por ser el inventor de los pallones de plástico- le adeudó en vida un merecido reconocimiento.

Así se apreció cuando hace ahora un año Muíño -como él mismo se apodó con el honroso orgullo de quien no olvida sus raíces- dejó de manera inesperada a los suyos, y también huérfanos a un buen puñado de gaiteiros a los que crio musicalmente contribuyendo a conservar la cultura propia entre la diáspora gallega en el País Vasco.

«La idea de que había que hacerle un homenaje nos llegó de las condolencias que recibió la familia y también en la Casa de Galicia de Santurtzi», apunta Belén, hoy miembro de la directiva de esa embajada de Galicia de la que el propio Muíño fue uno de sus fundadores y en la que echó a andar el primer grupo de gaitas del hogar de emigrantes de ese municipio vizcaíno. Allí tuvo que marchar a ganarse el pan, obligado por la miseria que, en la década de los 60, expulsó a miles de gallegos de su tierra. «Su ilusión era que la gente joven aprendiese nuestra cultura, la conservase y la transmitiese» cuenta su sobrina, que destaca de su tío Pepe «la complicidad que siempre tuvo con la gente joven que toca la gaita; allí estaba él para ayudarles, para enseñarles».

Tal era su entrega que entre sus discípulos figuran destacados gaiteiros como Carlos Fandiño, Alberte Sanmartín, o Xoán Carlos Rilo. Con los mejores fundó la banda de gaitas que en otro tiempo tuvo como insignia la Irmandade de Centros Galegos en Euskadi, que en vida le reconoció el trabajo, entregándole su máxima condecoración. Ya con Muíño en el recuerdo, esta tarde se saldará otra deuda con él.

Hevia, Kepa, Carlos Núñez y Anxo Lorenzo, habituales clientes

Muíño fue mucho más que un gaiteiro al uso. «Era un perfecto afinador», como dice Belén Codesido. Y de su privilegiado oído y de la destreza manual adquirida del oficio de zoqueiro, que de niño aprendió de su abuelo al igual que el de gaiteiro y muiñeiro, nació su empeño por perfeccionar el instrumento de referencia de Galicia.

Revolucionó el mundo de la gaita al inventar los pallones de plástico, una innovadora pieza que no sufre las alteraciones de los de caña ante los cambios de temperatura y de humedad. «No soy capaz de comprender cómo llegó a hacer lo que hizo», afirma su sobrina. Y tanto.

Aunque también fue constructor de gaitas, lo que más notoriedad como artesano le dio a Muíño fueron sus pallones, que mandó, amén de a todas las comunidades con tradición gaiteira, a Escocia, Irlanda, Gales y hasta a Australia. Del taller que habilitó en la vivienda de Portugalete donde residió con su mujer Amparo y sus tres hijos Alfonso, Isabel y Amparo, también salieron piezas para conocidos clientes como Hevia, Kepa Junquera, Aitor Gorostiza, Carlos Núñez, Anxo Lorenzo o Luar na Lubre.

La Real Banda de Gaitas de Ourense abrirá el acto, con la participación de grupos de la zona

El homenaje que, a partir de las seis de esta tarde, recibirá Muíño en la melidense plaza de O Convento será una caja de buenas sorpresas para el común respetable que desconoce la dilatada contribución del gaiteiro y artesano de ese mismo instrumento al universo musical gallego. Su propia sobrina Belén García reconoce que «he descubierto cosas que desconocía» en los preparativos de un homenaje, respaldado por la Casa de Galicia en Santurtzi, que cuenta con la colaboración del Concello de Melide y la especial implicación de Isabel y Amparo, las hijas de su tío Pepe, y de otra gente que con su apoyo facilitó los medios y la infraestructura necesaria para materializar el reconocimiento.

El acto lo abrirá la Real Banda de Gaitas de Ourense, con Xosé Luis Foxo al frente. La relación profesional y de amistad que mantenía con Muíño es uno de las muchos capítulos que aquí se quedaron en el tintero, pero que se desvelarán al público en las proyecciones que, entre otras, se emitirán sobre la vida y la trayectoria del homenajeado. El guion del evento combina las piezas audiovisuales con las musicales que interpretarán las agrupaciones que comprendieron que el reconocimiento de hoy es a la figura de un hombre por su aportación a la música del país. De Melide, se subirán al escenario los grupos Herba Grileira, Froito Novo, Gaiteiros do Balado y Leirabuxo. Y entre cinco solistas que harán lo propio, no fallará la agrupación que germinó de la semilla musical que plantó Muíño: Airiños Galegos Doce Albor, de Santurtzi.