Emplearon barreras y mantas absorbentes para efectuar las labores
17 ago 2022 . Actualizado a las 05:05 h.La Xunta de Galicia eliminó un punto de vertido con restos de grasa y de hidrocarburos, localizado en las inmediaciones de la playa fluvial de Furelos, en Melide. Técnicos del Plan de Control de Vertidos, dependiente de Augas de Galicia, detectaron el foco, tras informar la Consellería de Sanidade de una afección existente en un canal de derivación del cauce fluvial hacia un molino, actualmente en desuso. El origen del vertido —que también presentaba irisaciones metálicas, además de restos de aceites— no se pudo determinar, al sospechar los técnicos que había sido derramado directamente al canal de derivación.
El río Furelos no se vio afectado por el vertido, al estar cerradas las dos compuertas del canal, favoreciendo que los restos contaminantes quedasen retenidos. Esa circunstancia también facilitó su retirada. De esa labor se encargaron un técnico del Plan de Control de Vertidos de la Xunta, y un representante del Concello de Melide, que retiraron el vertido con barreras y mantas absorbentes, para su posterior gestión. Finalizados los trabajos, desde Augas de Galicia, organismo adscrito a la Consellería de Infraestruturas, confirmaron la enmienda del vertido.
La localización y retirada de los restos de grasa y de hidrocarburos del canal de derivación de la playa fluvial de Furelos no alteró la rutina de verano en la única área recreativa del municipio melidense. Tampoco la hubiese trastocado aunque el vertido se extendiese a playa fluvial, toda vez que la insuficiente calidad de la aguas, decretada por Sanidade para la presente temporada estival, obligó a desaconsejar en ella el baño. La única opción para refrescarse son, desde hace años, las piscinas municipales, existentes en el área de esparcimiento.
La recuperación para el baño de la playa fluvial está a expensas de que el Concello de Melide licite el proyecto que, a través de Aguas de Galicia, promovió la Consellería de Infraestruturas. La propuesta, trasladada desde la Xunta a la administración municipal a principios de año, plantea como solución a la acumulación de lodos en la zona de baño permeabilizar el azud existente, mediante la instalación de una compuerta abatible. Esta se abriría entre octubre y mayo, y se cerraría de junio a septiembre para preservar la zona de baño. El proyecto, que se entregó con todos los permisos sectoriales, requiere una inversión de 216.310 euros.