Los nuevos grados universitarios garantizarán prácticas a los alumnos

Tamara Montero
Tamara Montero SANTIAGO

SANTIAGO CIUDAD

PACO RODRÍGUEZ

El borrador del mapa de titulaciones estará cerrado en julio para aplicarse en el 2018

21 mar 2017 . Actualizado a las 00:56 h.

Noviembre. Las universidades y la Administración autonómica anuncian que trabajarán «de inmediato» en la redefinición de un mapa de titulaciones que ha permanecido inalterado desde la implantación del Espacio Europeo de Educación Superior. Marzo. Los tres rectores y el conselleiro de Educación firman un acuerdo que pone negro sobre blanco los principios que regirán el diseño de la universidad gallega del futuro. Un documento formado por ocho puntos que desembocará, en el mes de julio, en un borrador que comenzará a aplicarse en el curso 2018-2019.

Los puntos principales en los que trabajaban universidades y Xunta eran de sobra conocidos: especialización de campus, fusión y redefinición de títulos con oferta multiplicada, identificación de titulaciones de carácter singular para Galicia y mantenimiento del tamaño del sistema universitario autonómico. En el documento hecho público ayer se avanza un poco más. Y entre los detalles que ya están fijados se incluye, por ejemplo, lo que deben analizar las propuestas de nuevas titulaciones. Además de justificar con evidencias la demanda de la carrera, así como su relación con el contorno social, los nuevos grados que se implanten en la comunidad deberán contar con «prácticas garantidas para o alumnado». Desde la Consellería de Educación explicaban ayer que en la actualidad algunos grados ya tienen créditos asociados a prácticas, pero que otros no. La decisión se ha tomado para incidir en el fomento de la empleabilidad, otro de los principios rectores del rediseño del mapa de titulaciones.

De hecho, formar los perfiles profesionales del futuro es otro de los objetivos que recoge el acuerdo firmado ayer. Las universidades deberán mantener contactos constantes con el tejido socioeconómico para adaptarse y, si es posible, «adiantarse aos continuos cambios da contorna para dar resposta á demanda dos profesionais». Los agentes sociales podrán, y deberán, implicarse en el diseño de nuevas carreras y en la modificación de las existentes.

A esos grados existentes se refiere también el texto. En concreto, a la fusión y redefinición de los títulos. En aquellos que estén duplicados, se intentará diversificar la oferta a través de distintas orientaciones, pero también homogeneizar contenidos en los dos primeros cursos «favorecendo o recoñecemento mutuo co fin de facilitar a mobilidade dentro do sistema universitario de Galicia».

También los grados interuniversitarios serán una prioridad dentro del nuevo mapa de titulaciones. Esos grados compartidos se fomentarán de manera prioritaria en títulos duplicados o muy semejantes en contenidos y materias «cando a lo menos un deles non acade o alumnado mínimo requirido pola normativa vixente».

¿Y aquellos que no tengan demanda? Fusión y redefinición. Pero también se protegerán aquellos que alcancen la categoría de singulares. Los propondrán las propias universidades y deberán cumplir uno o más de estos requisitos: ser imprescindible para formar profesionales para el sistema educativo no universitario, tener una vinculación estricta con la especialización del campus, estar directamente vinculados a los sectores considerados estratégicos por la Xunta y ser estudios de lengua gallega.

Universidades y Administración se comprometen a cooperar «dende a lealdade»

«Cooperación intelixente». Es como definió el rector de la Universidade de Vigo, Salustiano Mato, la senda por la que avanzan las universidades y la Xunta en el rediseño del mapa de titulaciones gallego. Una cooperación inteligente que servirá, según el rector de la Universidade da Coruña, Julio Abalde, para «desenvolver as fortalezas das tres» siempre «dende a lealdade e a confianza mutuas». Atrás quedan los intereses individualistas. El rubricado ayer es una acuerdo que va a permitir que las universidades «sigan competindo non tanto entre nós, senón co sistema mundial». El rector de la Universidade de Santiago, Juan Viaño, parafraseó al presidente de los Estados Unidos Franklin D. Roosevelt para conminar a todos a «poñerse a traballar» y a tomar decisiones en lo que a política universitaria se refiere «a través dun debate serio, sosegado, documentado en transparente». Esas «regras do xogo» -como las definió Abalde- han servido para demostrar que el acuerdo entre universidades «é posible», se felicitó Mato.

Se trata de «harmonizar e coordinar un único sistema universitario», según explicó el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijoo, tras la firma de lo que definió como «os primeiros acordes dunha sinfonía universitaria». «Hoxe [por ayer] comezamos a andar un camiño que ten un bo principio, pero que sobre todo ten que ter un bo final» para «perfeccionar» un sistema, el universitario, que está llamado a seguir teniendo un papel central «na vangarda de Galicia».