«Vamos a verificar si la estimulación cerebral mejora la fibromialgia»

joel gómez SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO CIUDAD

C. VILLAVERDE

En un nuevo proyecto, entre Santiago, Pontevedra y Lyon, estudiarán a 80 pacientes, explica la investigadora y profesora de la USC

12 ago 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

El grupo de investigación que dirige la profesora María Teresa Carrillo en la Facultad de Psicología de Santiago inicia un nuevo proyecto para ayudar a personas que padecen fibromialgia. Trabajan en este ámbito desde el año 2007. Han colaborado con la Asociación Galega de Fibromialxia, de personas afectadas; y con especialistas del Hospital La Fe de Valencia y de la Fundación Pública Galega Medicina Xenómica. Esta nueva iniciativa implica a profesionales de la USC, CHUS, Hospital Provincial de Pontevedra y Universidad de Lyon (Francia), y la financia el Ministerio de Economía y Competitividad: «Estudiaremos a 80 pacientes con diagnóstico de fibromialgia, sin otra patología que explique sus síntomas. Se les evaluará al principio y al final y deben comprometerse a acudir a su centro de salud para recibir estimulación cerebral en sesiones diarias de 30 minutos durante tres semanas consecutivas», explica Teresa Carrillo.

La fibromialgia, indica, «es una causa común de dolor musculoesquelético difuso crónico en adultos, con una prevalencia estimada entre el 2 y el 5 % de la población general. Su causa y fisiopatología no se entienden completamente, pero la evidencia actual sugiere que, de manera similar a otros síndromes de dolor crónico, es un trastorno de la regulación del dolor a nivel central, caracterizado por un procesamiento alterado del dolor y por déficits en los mecanismos endógenos de la analgesia».

El dolor crónico generalizado constituye el síntoma principal de esta enfermedad, sostiene Carrillo, «pero los pacientes experimentan, además, fatiga, trastornos del sueño, depresión, ansiedad y disfunción cognitiva, entre otros síntomas, que repercuten negativamente en su calidad de vida», agrega.

Valora la fibromialgia como un importante problema sanitario. En su diagnóstico y tratamiento se implican diversas especialidades, y existen limitaciones en la ayuda a las personas afectadas, por faltar un tratamiento efectivo reconocido, y ofrecerse «multitud de tratamientos sin eficacia. En la investigación más actual adquiere especial relevancia la neuroestimulación cerebral, en la que se centra ahora nuestro grupo», afirma Carrillo.

Se han probado con éxito diferentes técnicas como posibles terapias para el dolor crónico. La estimulación transcraneal con corriente eléctrica es una de las más utilizadas «y se ha demostrado su capacidad para modificar la percepción del dolor. Permite modular la actividad cerebral aplicando una corriente de baja intensidad. Es un procedimiento bien tolerado e inocuo, que puede ser acompañado ocasionalmente de molestias leves. Es una opción simple, portátil y menos costosa que otras alternativas. Esto la hace una herramienta potencialmente poderosa».

Se han estudiado pacientes con fibromialgia con esta técnica y hay publicaciones científicas «pero la mayoría son de baja calidad, con resultados no significativos. En la nueva investigación de nuestro grupo vamos a verificar si la estimulación cerebral alivia el dolor y mejora el estado de salud. Será controlada, con una amplia muestra y seguimiento a largo plazo, y la realizarán las investigadoras Marina Pidal y Noelia Samartín como trabajo de su tesis doctoral. Pretendemos precisar si los efectos son estables en el tiempo y determinar el lugar de estimulación óptimo para aliviar el dolor, la mejoría del estado de salud, y de las funciones cognitivas, en pacientes con fibromialgia», señala Teresa Carrillo. Las personas interesadas en participar en este tratamiento, aprobado por el Comité de Ética de la Investigación del Sergas, pueden llamar al teléfono 677948911, indica.

Investigación. El estudio que dirige Maite Carrillo lo realizan Marina Pidal y Noelia Samartín para su tesis doctoral.

Colaboración. Implica a profesionales de la USC, CHUS, Hospital Provincial de Pontevedra y Universidad de Lyon. Lo financia el Ministerio de Economía.