El Obradoiro arranca con oficio

SANTIAGO CIUDAD

Baloncesto Doblegó al Oporto pese a tener un mal día en el triple y el rebote

30 ago 2017 . Actualizado a las 23:41 h.

OBRADOIRO. Sabat, Thomas (16), Laksa (3), Llovet (16) y Radovic (22) -cinco inicial-. Pozas (2), Navarro (7), Kohs(2), Rodrigo, Melini y Brais Losada

OPORTO. Bessa (4), Sheeley (16), Gilbert (10), Hanley (13), Borovnjac (7) -cinco inicial-. Queiroz (3), Bastos (3), Pinto, Monteiro (1), Miranda y Ventura (4).

El Obradoiro arranca la pretemporada con una ajustada victoria (68-61) ante el Oporto, en un partido gris, con demasiadas discontinuidades. Se impuso pese a que le faltó acierto en la larga distancia (5/26 en triples) y cedió en la batalla del rebote (30-41)

La primera parte apuntó el devenir de la contienda, espesa, con poco ritmo. Pero se vieron detalles que probablemente serán habituales este curso.

No funcionó el triple, pero Moncho no dejó de animar a sus jugadores para que ensayasen cada vez que tuvieran espacio. Para muestra, un botón. Thomas empezó fallón. En una acción en la que había línea de tiro, prefirió amagar y acercarse al aro. El Alquimista de Pontepedriña le indicó claramente que debía haber buscado el triple. Y justo en la salida de balón del Oporto el escolta americano se anticipó, robó y anotó desde detrás de la línea de 6,75.

Navarro va a ser una alternativa más en ataque, con sus entradas a balón. Y lo subirá más de una vez, aunque coincida en cancha con Pozas o Sabat.

Radovic es de esos jugadores que hacen de la sencillez virtud. Y en el segundo cuarto ofreció un recital en el poste bajo.

De los nuevos, fueron los tres más destacados, con mención especial para Thomas, que mostró alma de guerrilleiro. Aparte de probar el pulpo y sumergirse en la ciudad, parece haber entendido también cuál es el mejor camino para llegar a la afición. Empezó sin tino, pero se fue entonando. Además, es de los que se puede fabricar sus propias canastas.

Sabat tuvo menos peso en el juego. Quizás porque llega precedido por su reputación de fusilero, y no tuvo su mejor día. Y Laksa no encontró su tiro.

En todo caso, conviene no perder de vista que fue un partido amistoso, que durante muchos minutos jugaron al cuatro Kohs o Rodrigo, y que todavía faltan por llegar Pustovyi, Pechacek, Bendzius y Simons.

Segunda mitad

El Obradoiro amenazó con despegarse en el arranque del tercer acto, espoleado por la inspiración de Thomas. Pero dos perdidas en la salida de balón, en campo propio, y una posesión agotada sin llegar a tirar propiciaron la reacción de un Oporto que le dio la vuelta al marcador.

En el último cuarto, Moncho Fernández recuperó a Thomas, que se había retirado tras recibir un golpe, y a Radovic, con cuatro personales. Llovet tiró de galones y de garra. Y el Obradoiro acabó llevándose el gato al agua, con un triple final de Navarro muy celebrado por el banquillo santiagués.

Corbacho tendrá sus primeros minutos en Logroño

Corbacho se vistió de corto, pero no llegó a participar en el encuentro. A la conclusión del partido, Moncho Fernández confirmó que la puesta a punto del escolta mallorquín va de acuerdo con lo previsto, sin precipitaciones. El objetivo es que tenga sus primeros minutos en Logroño.

Para hoy está prevista la llegada de Simons a Compostela. Y en el fin de semana también se incorporará Adam Pechacek. El técnico confirmó que la idea es que ambos tenga minutos en Vigo el domingo frente al Barcelona. «A Adam le costará un poco menos -indicó-, pero nuestra intención es que ya entren en el equipo».

Por lo que respecta al encuentro, el Alquimista de Pontepedriña hizo una evaluación positiva, por el trabajo defensivo del equipo y porque en ataque supo generar los tiros. Otra cosa fue la falta de puntería.

 Los Monchos, clásico de pretemporada

 Moncho López, entrenador del Oporto, le abrió las puertas del baloncesto profesional a Moncho Fernández, a quien ofreció un puesto como ayudante en Gijón. Ha pasado el tiempo, cada uno ha seguido su camino, pero mantienen la amistad. En los últimos años suelen ser rivales en pretemporada. Y esta no ha sido una excepción, con el partido disputado en Rianxo, en un pabellón abarrotado. Un año antes la cita fue en Cerceda.