Un grupo acepta de 2 a 5 años de cárcel por prostituir a mujeres en San Lázaro

Xurxo Melchor
xurxo melchor SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO CIUDAD

SANDRA ALONSO

Los tres acusados, todos rumanos, reconocieron haber obligado a dos compatriotas

26 sep 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Un grupo formado por dos hombres y una mujer -pareja de uno de ellos-, todos de nacionalidad rumana, han aceptado penas de entre dos y cinco años de prisión tras admitir ayer en la sección compostelana de la Audiencia Provincial que obligaron a dos compatriotas a ejercer la prostitución en un club de alterne situado en San Lázaro.

El que está considerado como el líder del grupo, Bodgan Cristian Amarioarei, se ha declarado culpable de dos delitos de prostitución y de uno de tráfico de estupefacientes, ya que también suministraba a las chicas droga para que la vendieran a los clientes. Cumplirá dos años por cada uno de los dos delitos de prostitución y otro más por la venta de sustancias ilícitas.

Su pareja, Nicoleta Alexandru, ha admitido haber forzado a ejercer la prostitución a una mujer, al igual que el tercer acusado, Cristinel Duitrascu. Ambos han sido condenados por ello a dos años de cárcel, aunque podrán evitar cumplir la pena porque optarán a que les sea suspendida a cambio de no volver a delinquir en un plazo de dos años.

Bogdan Cristian, sin embargo, cumple actualmente prisión en el penal de Alhaurín de la Torre por robos con fuerza en viviendas. Tras su paso por Santiago, el grupo se trasladó a la provincia de Málaga, donde siguieron relacionados con el mundo de la prostitución. Él también solicitará la suspensión de parte de la pena impuesta por este asunto alegando una adicción a las drogas que ya ha sido tenida en cuenta para rebajarle el castigo que inicialmente solicitaba para él la Fiscalía. Además, los tres acusados deberán abonar multas de 1.098 euros cada uno.

El caso se remonta a principios del 2015, cuando la Brigada de Extranjería de la Policía Nacional de Santiago comenzó a investigar a Amarioarei tras comprobar que tenía bajo su control a varias chicas a las que presuntamente obligaba a prostituirse. Así, comprobaron como el sospechoso había pasado de no poder pagar el alquiler años atrás a abonar 1.200 euros al mes por un chalé en Bugallido (Ames), conducir lujosos coches y jactarse ante la Policía Local de que vivía de las mujeres.