Raxoi demandará medidas excepcionales a las demás Administraciones para completar la plantilla policial

r.m. SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO CIUDAD

Sandra Alonso

Los 133 efectivos con los que cuenta el cuerpo local están muy lejos de los 175 con que debería contar

25 may 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Con 133 efectivos actualmente, la Policía Local está lejos de los 175 de hace unos años, mientras que las próximas jubilaciones podrían dejar su plantilla en 120. Son los datos que ayer expuso en el pleno el socialista Paco Reyes como sustento de la propuesta para requerir mejoras en la dotación del cuerpo policial, pero sobre todo para que se informe si sería posible contratar más agentes con el superávit municipal después de que Hacienda ampliase el abanico de inversiones susceptibles de afrontar por esa vía. La iniciativa salió adelante con el apoyo de CA y de los populares, pese a que estos últimos acusaron a Reyes de estar generando expectativas en el cuerpo policial que difícilmente se podrán cumplir con ese decreto. El BNG se abstuvo, y no porque no comparta esa necesidad, sino porque defiende que las carencias de personal afectan a otros muchos servicios y que debería abordarse de forma general.

La situación no es buena, reconocía el concejal de Seguridade, Xan Duro. La plantilla es baja, «como en todos os departamentos do Concello», pero en concreto en el caso del cuerpo de seguridad las previsiones «non son boas»: «Entre oposicións e formación, poñer un policía na rúa logo da xubilación doutro implica entre 18 e 24 meses». Y eso «ponnos nun panorama preocupante», sobre todo pensando en el 2021 y en las características específicas de una ciudad que es sede administrativa, cultural y religiosa y en la que su policía debe atender actos y eventos por encima de ciudades de su dimensión, frente a las que requeriría una plantilla superior. Y el Ayuntamiento quiere hacer ver a los organismos estatales y autonómicos con competencias en la materia esa necesidad específica de Compostela. Lo hará a través de un informe que está en elaboración y que también se remitirá a las federaciones gallega y española de municipios y provincias. En ese informe, el gobierno local argumentará «a necesidade dalgún tipo de convocatoria ou actuación extraordinaria en relación ás prazas que permitan recuperar efectivos que se perderon nos anos anteriores». Así lo anunció Duro, sin obviar la proximidad del Xacobeo del 2021.

La corporación respaldó por unanimidad, a iniciativa del PP, el desarrollo de las medidas de accesibilidad en la ciudad que apunta el segundo estudio de la Asociación de Esclerosis Múltiple, de la que un representante intervino al principio del pleno. También intervino otro del colectivo de sordos (en este caso por una moción conjunta de CA, PSOE y BNG) demandando que el servicio de intérpretes del que disponen en el ámbito de la salud se prolongue al fin de semana, no solo a jornadas laborales. Pidieron para ello el apoyo del Sergas. También se aprobó la declaración institucional que hace unos días leyeron las edilas de todos los grupos sobre la sentencia de la Manada.

El pleno aprueba el reglamento de condecoraciones, aunque con la abstención del PP

La unanimidad se impuso también en la propuesta que defenció Rubén Cela para que el Concello impulse iniciativas para el uso de vehículos eléctricos, aunque ese consenso no llegó al nuevo reglamento de condecoraciones. Frente al apoyo expreso de los demás grupos, ahí el PP se abstuvo después de ver rechazadas sus enmiendas para que aquellas distinciones que no salgan por consenso requiriesen el voto de los dos tercios de la corporación, frente a la mayoría absoluta que aprobaron las demás formaciones. Tampoco prosperó su intención de integrar en el Consello Asesor de Condecoracións a entidades sociales. El BNG cuestionó por qué unas y no otras y planteó que el consejo llamase puntualmente a los colectivos que considerase para escucharlos, según las distinciones que se sometan a debate. Pero el PP no aceptó esa transacción. Sí prosperó su solicitud de que las placas y la denominación de calles con nombres comunes pasen también por el consjeo y el pleno, una cuestión que se dejaba en mano del alcalde. Este reglamento derogará el de 1955.