Aplazan el juicio contra el acusado de amenazar en redes sociales al alcalde de Santiago

Xurxo Melchor
Xurxo Melchor SANTIAGO

SANTIAGO CIUDAD

CENAMOR

Martiño Noriega pide «tolerancia cero» contra este tipo de actitudes y asegura que se preocupó por el perfil del acusado

14 nov 2018 . Actualizado a las 12:31 h.

La incomparecencia de dos policías, el instructor del atestado y el que redactó el informe pericial del caso, ha obligado a suspender el juicio contra el acusado de amenazar en las redes sociales al alcalde de Santiago, Martiño Noriega (Compostela Aberta). Jesús Enrique Muñiz Hermo, de 51 años de edad, fue detenido en septiembre del 2015 por estos hechos y ahora la Fiscalía pide para él dos años de cárcel y la privación de tenencia de armas durante ese mismo tiempo por un delito de amenazas.

Noriega ha lamentado el aplazamiento del juicio, cuya nueva fecha ha quedado fijada para el 19 de junio del 2019 a las 13 horas. Tanto la Fiscalía como la defensa han considerado crucial el testimonio de los dos policías, por lo que el juez Luis Aláez ha tomado la determinación de la suspensión. El regidor compostelano, que no se presenta como acusación particular porque ha preferido dejar que sea el ministerio público el que acuse, cree sin embargo que tiene que haber «tolerancia cero» con este tipo de amenazas y admite que llegó a preocuparse por el «perfil» del acusado, del que explicó que se había presentado en 1989 como suplente en una lista electoral de Falange y que considera «claramente desconectado do mundo laboral, embargado polo Concello desde o 2005 a nivel de impostos», lo que le hizo «tomar conciencia de que había un risco».

Los mensajes en redes sociales que han motivado la acusación de Muñiz Hermo hacían referencia a que Martiño Noriega «no olvidase que después del 39 se comenzaron a llenar las cunetas de miles de putos rojos» o que «no nos gustaría repetir la historia, aunque están muy interesados en que se repita, habrá que darle la razón al señor alcalde». En otra ocasión también le recomendaba que «aunque no es religioso, rezase bastante para que ninguna de estas personas [en referencia a unos amigos] se lo cruzase cruzando la calle, no fuera a ser que confundieran el freno con el acelerador del coche» y en otro le llamaba «gorrechas» (suele usar gorra) y le advertía: «Dios quiera que nos crucemos por la calle, porque entonces sí que vas a desear cambiar de planeta... no me representas alcalducho de mierda, puedes seguir embargando las cuentas, puto rojo fascistas, pena de Pakiño (sic) no acabara con todos vosotros, eso tendríamos ganado ahora».