La Fiscalía ve un posible fraude de ley en el caso de la sala Malatesta, pero no un delito

Xurxo Melchor
Xurxo Melchor SANTIAGO

SANTIAGO CIUDAD

xoan a. soler

El ministerio público archiva la investigación, aunque acaba de abrir una nueva por las presuntas irregularidades en la concesión de la licencia al establecimiento

22 ene 2019 . Actualizado a las 17:33 h.

La Fiscalía de Santiago ha cerrado las diligencias de investigación abiertas al Concello por la concesión de la licencia y el funcionamiento de la sala Malatesta, ubicada en el número 51 de la calle de San Lourenzo. En sus conclusiones, el ministerio público señala que, si bien deduce «cierta irregularidad» en el hecho de que se tramitasen distintos expedientes sucesivos de inicio de actividad por un mismo órgano municipal y con la misma finalidad (el inicio de la actividad), lo que en la práctica permitió la apertura del local de ocio, el proceso se hizo con arreglo a la Ley 9/13 y a su reglamento.

Las pesquisas consideran que el proceso de concesión de licencia de actividad de la sala Malatesta podría «estar próximo al fraude de ley», pero la Fiscalía cree que no «alcanzaría relevancia penal a efectos de ser constitutiva de delito», por lo que ha decidido archivar las diligencias sin llegar a presentar denuncia ante el juzgado.

Este archivo, sin embargo, no supone el cierre del caso. Al menos, no de momento. Y es que el día 3 de este mes el ministerio público ha abierto nuevas diligencias de investigación a raíz de haber recibido una nueva denuncia, que como la anterior es de carácter anónimo. Esto ha obligado a reiniciar el proceso de pesquisas, en las que se volverá a estudiar cómo la sala Malatesta estuvo dos años y medio intentando que el Concello le otorgase la licencia de café-concierto, algo que le resultó imposible porque los técnicos advirtieron de que el local no reunía las condiciones necesarias y que había serias carencias de seguridad, especialmente en lo que se refería al riesgo de incendios.

En ese tiempo se llegó a decretar precintos y hasta el cierre temporal de la sala, algo que jamás llegó a ejecutarse porque la Policía Local nunca recibió esa orden por parte del gobierno local, que preside Martiño Noriega (Compostela Aberta). Es precisamente esto, el hecho de que el establecimiento siguiese abierto todo ese tiempo gracias a las sucesivas comunicaciones de inicio de actividad presentadas tras la resolución de clausura, lo que para la Fiscalía podría suponer un fraude de ley.

Para los vecinos de San Lourenzo, el gobierno local de Compostela Aberta no ha sido riguroso en la exigencia del cumplimiento de la ley a la sala Malatesta. De ahí que alguno presentase la primera denuncia anónima ante la Fiscalía y que ahora haya aparecido otra. Si el recorrido de la segunda sigue los pasos del de la primera, es decir, si acaba archivada y sin que se denuncia ante el juzgado, dependerá de si esta última aporta o no más datos que pueda investigar el ministerio público.

El tratamiento que el ejecutivo municipal ha concedido en todo este tiempo a la sala Malatesta es llamativo. Por un lado, le denegó sucesivamente la concesión de la licencia de café-concierto, como pretendían los gerentes del negocio. En ese proceso, en el que los técnicos municipales advirtieron que incumplía la normativa de seguridad, le llegaron a rebajar a unas cien personas el aforo. Sin embargo, el local siguió trabajando de la misma manera y nunca se ejecutó ninguno de los cierres temporales decretados. Finalmente, el establecimiento desistió y se acogió a su antigua licencia de teatro, con un aforo máximo permitido de 344 personas, mucho más cercano a las 500 con las que pretendía contar con la licencia de café-concierto.

El problema para la sala, en la que se celebran conciertos en directo y funciona también como local de copas, es que con la licencia de teatro solo puede abrir hasta las dos de la madrugada. Sin embargo, recientemente el gobierno local ha dado otro inesperado giro en su trato a la sala Malatesta, ya que a raíz de una multa que le impusieron por exceso horario, en el expediente le concedían que como "os teatros poden realizar concertos" podría aplicársele "o horario establecido para estas actividades, que sería as 5 horas para os cafés-concertos".

Así las cosas, la sala Malatesta habría conseguido su objetivo de funcionar como un café-concierto pese a que esa licencia le fue denegada en reiteradas ocasiones por no cumplir con los requisitos mínimos de seguridad. Gracias a su legalización como teatro podrá contar con un aforo de 344 personas, y no las cien que le concedían los técnicos municipales, y con el sorprendente y, como mínimo laxo, criterio de Compostela Aberta para interpretar la regulación de horarios, sortearía la limitación que le establece su licencia y podría abrir hasta las cinco de la madrugada y no hasta las dos.