El Concello de Santiago no apuesta por instalar más cámaras en la Catedral, solo por mejorar las ya existentes

Xurxo Melchor
Xurxo Melchor SANTIAGO

SANTIAGO CIUDAD

XOAN A. SOLER

En la actualidad solo hay videovigilancia en las plazas del Obradoiro, A Quintana y Praterías, pero ninguna cuenta con grabación de imágenes

15 mar 2019 . Actualizado a las 14:01 h.

Tras la pintada que sufrió en agosto pasado una escultura del siglo XII en la fachada de Praterías de la Catedral de Santiago y las que esta semana dañaron la del Obradoiro y el Arco de Xelmírez, tanto la Xunta como la Iglesia apuestan de forma clara y decidida por instalar un sistema de cámaras de videovigilancia en el perímetro de la basílica como medida disuasoria frente a las cada vez más frecuentes agresiones contra un monumento que es patrimonio de la humanidad. El Concello, sin embargo, no y tras una reunión con los responsables de la Policía Nacional y la Local solo aceptaría mejorar el actual sistema de cámaras, que en lo que respecta al templo nada más que cuenta con tres dispositivos instalados en las plazas del Obradoiro, A Quintana y Praterías. Son todos panorámicos, con poca capacidad para captar detalles que permitan identificar personas y, además, ninguno de ellos graba imágenes, lo que en la práctica los hace inútiles para investigar atentados contra el edificio.

Esas mejoras en el actual sistema de videovigilancia de la zona monumental santiaguesa del que habla el gobierno local que preside Martiño Noriega (Compostela Aberta) están aún por determinar. No hay nada concreto sobre la mesa. Los avances tecnológicos que se han producido en este campo en los últimos años permitirían contar con dispositivos con ópticas mucho más eficientes, que permiten visionar detalles determinantes a la hora de poder identificar a los autores de pintadas u otro tipo de agresiones. El Concello tendrá por tanto que decidir si adquiere o no nuevos aparatos que puedan mejorar la actual deficiente cobertura.

Otra de las cuestiones sobre las que tendrá que decidir el ejecutivo local compostelano es si da o no la orden de que las cámaras actuales, o las nuevas y más modernas que pudieran instalarse, empiecen a grabar imágenes. El Concello cuenta ya con todos los permisos necesarios en regla para hacerlo, porque se tramitaron hace años, pero en Compostela Aberta esta es una cuestión que levanta ampollas internas porque entre sus simpatizantes están miembros del movimiento que se opone a la videovigilancia argumentando que atenta contra las libertades individuales y contra la Ley de Protección de Datos en vigor.

Esa corriente interna anti cámaras que existe en Compostela Aberta explica la tibieza con la que el ejecutivo santiagués está abordando el grave problema de las pintadas en la Catedral. Y es que si optasen por la instalación de nuevos y más modernos dispositivos de videovigilancia se encontrarían con la oposición de una parte del grupo que lidera Martiño Noriega.

La Xunta espera una reunión

El conselleiro de Cultura e Turismo, Román Rodríguez, ha mantenido en las últimas horas contactos con la Fundación Catedral de Santiago para analizar los pasos a seguir para plantear dotar a la basílica compostelana de un sistema específico de videovigilancia que la blinde contra nuevos ataques. «Seguimos considerando que é a mellor maneira de garantir que este tipo de actos non se convertan en norma nun monumento que é un emblema de todos os galegos», asegura. Ahora, desde la Xunta esperan que se les convoque a una reunión, que califican como «prioritaria», con todas las instituciones con competencias en materia de seguridad, desde el Concello a la Delegación del Gobierno. «As novas tecnoloxías posibilitan mecanismos e solucións disuasorias que debemos estudar para incorporalas neste contexto, que ten unhas singularidades moi concretas», añade el representante del Gobierno autonómico.