Los nuevos ángeles de la guarda de las víctimas de violencia machista en Santiago

Xurxo Melchor
Xurxo Melchor SANTIAGO DE COMPOSTELA

SANTIAGO CIUDAD

El inspector Pena, a la izquierda, repasa un expediente con uno de los agentes de la Policía Local de Santiago adscritos al nuevo servicio de Viogen
El inspector Pena, a la izquierda, repasa un expediente con uno de los agentes de la Policía Local de Santiago adscritos al nuevo servicio de Viogen Sandra Alonso

La Policía Local  ya tiene servicio de protección a las mujeres maltratadas, que vela 24 horas al día por su seguridad

21 oct 2020 . Actualizado a las 01:24 h.

Como tantas otras cosas, la pandemia del coronavirus y el confinamiento retrasaron la puesta en marcha del nuevo servicio de atención y protección a las víctimas de violencia de género de la Policía Local de Santiago. Pese a todo, el llamado Viogen ya ha conseguido arrancar y desde el día 9 están trabajando en él tres agentes y un coordinador. Son Jesús, Miguel, José Ramón y el inspector Pena, que compatibiliza esta nueva tarea con la de dirigir el área de Atestados. En virtud al convenio suscrito entre el Concello y la Subdelegación del Gobierno en A Coruña, el cuerpo municipal asumirá el 10 % de los casos que tenga la Policía Nacional. Un porcentaje que se concreta ahora mismo en 18 expedientes. Dieciocho carpetas en las que se guardan otros tantos dramas personales de mujeres que han sufrido maltratos por parte de sus parejas.

El nuevo Viogen de la Policía Local trabaja con el mismo sistema y protocolo que los servicios ya operativos en la Nacional y la Autonómica. Hacen un seguimiento integral de las mujeres, con vigilancias periódicas de sus domicilios, sus puestos de trabajo y los lugares que frecuentan para evitar que sus agresores puedan acercarse a ellas saltándose a la torera las órdenes de alejamiento dictadas por el juzgado. Ante cualquier situación de peligro, pueden llamar las 24 horas del día y al otro lado del móvil surgirá el agente asignado a su caso. Son como ángeles de la guarda que no solo ofrecen protección, sino consejo, acompañamiento y apoyo para no zozobrar en las turbulentas aguas que siempre se desatan cuando una ruptura de pareja acaba con denuncias por violencia machista.

«Tras una primera entrevista con ellas, les damos toda la información y unas pautas muy importantes para evitar incidentes, como cambiar las rutinas, romper todos los lazos que las unen a sus ex y por supuesto no permitir que ellos contacten con ellas», explica el agente Miguel. Como sus compañeros, se presentó voluntario para este servicio tras muchos años de experiencia en el cuerpo. En su caso, 25 y los últimos ocho en las patrullas nocturnas. «Esto nos ha exigido mucho estudio y esfuerzo, pero estamos contentos e ilusionados. En mi caso, cuando patrullaba he detenido a hombre por maltratar a sus mujeres, pero nunca veías cómo acababan esas historias. Ahora sí conoces todo sobre la situación por la que está atravesando la víctima y tu misión es protegerla y darle seguridad», añade Miguel.

«Les damos  información y unas pautas para evitar incidentes, como cambiar las rutinas, romper todos los lazos que las unen a sus ex y por supuesto no permitir que ellos contacten con ellas»

Esos primeros 18 casos son todos de riesgo bajo, aunque esa catalogación puede cambiar en función de cómo evolucionen los acontecimientos, las historias vitales de las afectadas. Si pasan a riesgo alto o extremo, seguirán en manos de la Policía Local «ya que de lo que se trata es de no revictimizarlas, evitar que tengan que volver a contar por lo que han pasado, porque hay algunas a las que eso se les hace muy cuesta arriba», asegura el agente Miguel, que incluso tiene un caso en el que la afectada no quiso hacer la entrevista personal porque no era capaz de relatar por lo que había pasado.

Tras sus dos primeras semanas de trabajo y con lo mucho estudiado y visto durante su período de formación y prácticas en la Policía Nacional, los agentes municipales de Viogen tienen claro que este es un mal que no entiende ni de nacionalidades, ni de clases sociales porque hay mujeres de toda condición. En todos los casos, el mayor reto de los agentes es lograr que rompan los vínculos con sus agresores. «Muchas caen y les perdonan y piensan que ahí se para todo, pero no, las órdenes de alejamiento siguen en vigor y ellos cometen un delito si se les acercan. Eso es lo que más cuesta, pero si ellas colaboran y cumplen con todo lo que les decimos y recomendamos, nos es mucho más fácil protegerlas, depende mucho de ellas», afirma el policía local.

Uno de los proyectos prioritarios de Bugallo y del nuevo jefe del cuerpo

El de incluir a la Policía Local entre los cuerpos de seguridad que cuentan con departamentos específicos de atención a las víctimas de violencia machista fue uno de los proyectos prioritarios del alcalde socialista de Santiago, Xosé Sánchez Bugallo, cuando tomó posesión del cargo. Fue también, junto a la policía de distrito y la modernización tecnológica con un nuevo programa informático de gestión, uno de los tres objetivos que se marcó el nuevo jefe del cuerpo municipal, José Ramón Silva, que está ahora muy satisfecho de ver como a echado a andar el grupo de Viogen. Esa ilusión por sumarse a la guerra contra el machismo es la que se respira entre todos los integrantes del grupo. «Es una gran responsabilidad, pero puedo decir que en mi caso siento una satisfacción plena», señala el agente Miguel.