El cocido de siempre, ahora se sirve en táper

Patricia Calveiro Iglesias
Patricia Calveiro SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO CIUDAD

PACO RODRÍGUEZ

En el Rodeiro, que hasta el invierno pasado recibía a grupos cuantiosos, sigue haciendo grandes banquetes para disfrutar en petit comité

17 ene 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Podrá haber una crisis sanitaria, una ola de frío polar y hasta una invasión marciana. Pero el cocido que no falte, aunque sea en táper. Así es cómo se sirve ahora en el bar Rodeiro de San Pedro, una humilde tasca convertida en templo para una buena parroquia de fieles que no concibe el invierno sin este plato tradicional. Cuenta Julio Vázquez, propietario del negocio, que llevan 29 años al pie del cañón y tuvo que llegar una pandemia para que tuvieran sus primeras vacaciones, aunque confinadas. «Como mucho, podías coger unos días sueltos, porque trabajamos mucho para el obrero y no vamos a desatender a nuestro cliente habitual», dice. A finales de octubre, forzados de nuevo por las medidas impuestas para frenar el avance del coronavirus y con el aforo de los comedores limitado, empezaron a servir su manjar estrella «para llevar». Divina Varela, su mujer y la artífice de este manjar, sigue preparando todos los martes (como siempre) y ahora también los sábados grandes banquetes, listos para disfrutar en petit comité. Su comedor no se llena con 40 comensales como antes, pero al menos la mitad continúa acudiendo al Rodeiro para llevarse su ración de cocido, ya sea en un táper individual o en su propia olla. Son los «reacios al plástico, como yo», comenta el hostelero, quien sostiene que «el cocido que se prepara para muchos, más sustancia tiene y más rico está. Si lo haces para dos, no sale igual», sentencia como buen entendido desde su taberna, donde rara vez no hay una cacheira o unos lacones colgando del techo, sobre la barra.

El género porcino puede hacer falta en cualquier momento, porque todos los días aceptan encargos si son para más de seis personas. En el Rodeiro, deseando están que los sábados y domingos vuelvan a ser allí «ruidosos, de cristais empanados e con olor a cocido». Así lo gritaba a las redes sociales la hija del matrimonio, Vanessa, entre su lista de deseos para el 2021, al que pide que sea «o ano no que poidamos volver tomar unhas cuncas con amigos e sen medo, que sexas o ano no que volva a vida á nosa rúa, que sexas o ano no que poidamos dicir ‘conseguímolo!'». Mientras tanto, el cocido en táper.