Otro incidente con la centralita del 091: la camarera de un bar de Santiago llama por un robo y nadie coge

Xurxo Melchor
Xurxo Melchor SANTIAGO

SANTIAGO CIUDAD

PACO RODRÍGUEZ

La chica llegó a enfrentarse a tres hombres y una mujer que estaban intentando levantar la verja del establecimiento

15 may 2021 . Actualizado a las 22:12 h.

El mal funcionamiento de la centralita del 091, que el Ministerio del Interior está centralizando en la Jefatura Superior de Policía de A Coruña en detrimento de las comisarías locales, ha vuelto a provocar un incidente en Santiago. Si hace poco una comerciante denunció que cuando llamó para alertar de un intento de robo le atendieron desde Madrid y le preguntaron si Santiago estaba en el distrito centro de la capital española, ahora es la camarera de un bar de la zona vieja la que ayer sufrió una situación parecida y cuando marcó el teléfono de la Policía Nacional nadie le atendió.

El suceso se produjo al filo del mediodía. La camarera entró en el local y estaba en él cubriendo papeleo cuando se percató de que alguien intentaba forzar la verja de la puerta. La abrió y se encontró con tres hombres y una mujer que, nerviosos, se justificaron alegando que se les había caído la tarjeta SIM del móvil.

La trabajadora no se amilanó y salió para llamarles la atención y les exigió que se marcharan, lo que hizo que los presuntos ladrones se pusieran «un poco violentos», en palabras de la joven. «Empezaron a empujarme y yo les respondí, la verdad, y cogí el móvil para llamar a la Policía», relata la afectada, que contó con el apoyo de un repartidor que en ese momento estaba en el local. «Llamé y no me lo cogieron, para mi sorpresa. Después de dar muchos toques no me lo cogieron. La verdad es que estaba tan nerviosa que no sabía qué hacer», asegura.

Los tres hombres y la mujer se marcharon y la camarera estaba tan angustiada que intentó hacer una segunda llamada al 091 «pero ahí ya no sé si llamé o no, la verdad». Cuando al poco tiempo llegó el encargado del local, fue él el que marcó el teléfono de la Policía Nacional y tampoco se lo cogieron en una primera ocasión. A la segunda, y después de muchos toques, hubo más suerte, pero ya había poco que denunciar. «Imagínate que me dan un navajazo o algo, la verdad es que me sorprendió mucho que no atendieran. Es desesperante, porque es un teléfono de urgencia, así que deben arreglarlo», se queja.