El tesoro vuelve a brillar

Ignacio Carballo González
Ignacio Carballo LA SEMANA POR DELANTE

SANTIAGO CIUDAD

18 jul 2021 . Actualizado a las 22:45 h.

La reunión del Real Patronato es una poderosa inyección de moral y de autoestima para la capital gallega. Se ha hecho de rogar, nada menos que casi dieciocho años, pero llega en un momento clave por las durísimas dificultades provocadas por la pandemia que golpea con dureza a gran parte de la sociedad y extiende un manto sombrío de cara al futuro inmediato. El solo hecho de que en torno a una mesa compostelana -en este caso la del Hostal dos Reis Católicos- se sienten las máximas autoridades estatales, autonómicas y locales para reeditar el compromiso de las tres Administraciones con Compostela, proyecta la imagen de la ciudad como el sitio distinto que es, como el tesoro de valores culturales europeístas construido a través de los siglos del que el casco histórico es un valioso cofre, pero solo eso, un continente en cuyo cuidado hay que esmerarse. Lo esencial es el contenido, que necesita el lustre que un organismo tan exclusivo de Santiago como el Real Patronato le debe dar cada cierto tiempo. Esta vez ha transcurrido demasiado y el tesoro corría serio peligro de ajarse, pero eso ya no va a ocurrir. El simbolismo de este encuentro el día 25, fecha tan señalada para Compostela y para Galicia, devuelve al Real Patronato y al Consorcio todo el brillo para que este motor transformador de la ciudad no se pare. Quizá el impacto de los proyectos del documento ya pactado de actuaciones para el próximo decenio, que incluye los años santos del 2021-2022, 2027 y 2032, no tendrá la dimensión acelerada de aquel Compostela 93-99, porque las necesidades hoy no son las mismas, pero hay muchísimo por hacer pese a los notables avances de los últimos tiempos. En medio del inicial y lógico mutismo sobre sus contenidos -todo en torno al Real Patronato gira con pies de plomo para que nada moleste los consensos- es de suponer que el plan estratégico de la ciudad, que acumula polvo de unos cuantos años tras su revisión, aporte una buena parte de estos objetivos para un nuevo salto adelante de la capital. Por estos nuevos bríos para el contenido simbólico y para su continente material, estamos ante un momento trascendental para Santiago y para Galicia.