El Ayuntamiento de Santiago mantiene una veintena de servicios sin contrato

r. m. SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO CIUDAD

Sandra Alonso

De los grandes, el de limpieza está licitado y agua y transporte deberán esperar al 2022

26 oct 2021 . Actualizado a las 00:10 h.

El mantenimiento de servicios sin contrato sigue estando al orden del día en el Ayuntamiento. Lo que acabó siendo una constante durante el mandato de Compostela Aberta se ha reproducido en el actual, hasta el punto de que todavía se arrastran algunos de entonces. Ahora mismo, una veintena de prestaciones funcionan con orden de continuidad, la fórmula que permite a las empresas concesionarias de esos servicios mantenerse al frente de ellos aunque ya no exista relación contractual.

Esa dinámica complica la gestión económica municipal, en la medida en que obliga a autorizar individualmente cada pago relativo a esos servicios, pero también está prolongando prestaciones en condiciones precarias, como las de la limpieza y el transporte urbano, donde urge ya la renovación material de medios.

El de la limpieza y recogida viaria de servicios está en licitación ahora mismo y a punto de adjudicarse. La previsión es que el concurso se resuelva antes de que concluya el año. El del transporte urbano ni siquiera está licitado. Y todavía no le tocará este año, aunque el plan de contrataciones del 2020 ya lo preveía para entonces. Pero llegará para el primer trimestre del 2022, junto con el del agua, según la concejala de Facenda, Marta Abal.

Ambas concesiones, vencidas ya a finales del anterior mandato, son los servicios de mayor peso en la contratación municipal junto con la limpieza. Solo el del agua implica un contrato de más de 452 millones por 25 años, lo que significa una media anual de 18, incluida la gestión y las altas inversiones que requiere el municipio. El transporte supondrá unos 8,5 millones anuales, mientras que la limpieza rondará los 10,5. En total, solo entre estos tres sumarán un coste anual de 37 millones, ya se trate de servicios contratados (limpieza) o concesionados (los otros dos).

Pandemia y falta de personal

Aparte de otros contratos de menor entidad económica, como los servicios de lacería, conservación del cementerio y el mantenimiento de datos y servidores del Concello, también se siguen prestando contractualmente en precario el mantenimiento de las telecomunicaciones municipales, el alumbrado público, la limpieza de las instalaciones públicas, la gestión de las escuelas infantiles, los servicios de conserjería y limpieza de los colegios e instalaciones deportivas y el mantenimiento de los campos de fútbol. Se trata de servicios que suman más de cinco millones de euros anuales de coste.

El del alumbrado y otro referido a instalaciones municipales ya están licitados, pero el de lacería habrá de sacarse de nuevo tras quedar desierto recientemente. Y los demás deberían convocarse pronto. Al menos, Abal cuenta con que todos queden adjudicados en el primer semestre del 2022, salvo los del agua y transporte urbano, que todavía se licitarán en el primer trimestre. La Xunta ya le ha dado el visto bueno a las estructuras de costes de ambos.

Precisamente, a esa estructura de costes se remite la edila para justificar en buena medida el retraso del de transportes, cuyo pliego había dejado iniciado CA y que el gobierno de Bugallo pretendía licitar en el 2020, como todos los que están todavía hoy en situación precaria. La pandemia, añade Abal, no solo obligó a dar prioridad a otras cuestiones, sino que afectó directamente a alguno de esos expedientes, como al del transporte. El impacto de la emergencia sanitaria en el servicio obligó a realizar un nuevo estudio de costes y a reiniciar el expediente.

La atención que requirió el covid en el ámbito educativo también lastró la que requería el vencimiento de los contratos de esa área, mientras que la implantación de la administración electrónica impuso sus urgencias a los de ese departamento, según Abal, que también apunta a la escasez de personal y a la prioridad de sacar adelante los contratos de obras financiados con remanentes, por los plazos para justificar el gasto. Con todo, calcula que este año se habrán licitado unos 60 contratos con un valor estimado del entorno de los cien millones.

Contratación refuerza su estructura para aliviar la situación

Además de la incidencia del covid, la responsable de Facenda y Persoal apunta también a un problema estructural que condiciona la diligencia para tener al día los contratos con los servicios externalizados: la falta de personal. El área de Contratación se reforzó en septiembre, pero prevé hacerlo de nuevo en el 2022. «Non é doado, porque estamos lastrados pola taxa de reposición», y mover personal de unas unidades a otras tampoco es fácil, advierte, pero esa área «é troncal» y sin un departamento de Contratación «forte é imposible que o Concello, dende o punto de vista contractual e da xestión, funcione».

Ese refuerzo «é indispensable non só para regularizar a situación de contratación do Concello, senón para ir máis aló e ser máis eficientes na xestión dos recursos públicos», dice la edila, que durante el primer semestre del 2022 prevé trabajar en un plan que reducirá el recurso a contratos menores, cuyo incremento en el 2020 cuestionó duramente la oposición. Abal afirma que ahora se recurre a contratos menores para prestaciones que se repiten anualmente, con lo que lo normal es que se saquen a licitación en contratos abiertos por dos o tres años, lo que mejorará la gestión y la concurrencia.