Raxoi da licencia «por unanimidade e obrigación» a la gasolinera de Brandía

Emma Araújo SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO CIUDAD

Sandra Alonso

El regidor dice que si el juzgado tumba la obra «non vou levar un desgusto»

30 nov 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

La Xunta de Goberno Local de Santiago ha dado finalmente el visto bueno a la licencia de obra para la apertura de un espacio comercial en Brandía cuyo proyecto incluye una pequeña gasolinera de dos surtidores. El permiso para este proyecto se adoptó «por unanimidade e por obrigación», según reconoció Sánchez Bugallo en una comparecencia con Mercedes Rosón, concejala delegada de Urbanismo. Rosón señaló que la solicitud cursada por los propietarios de la parcela tiene todos informes técnicos favorables porque se ajusta a la normativa en vigor, que desde la modificación de la Ley de Hidrocarburos permite este tipo de equipamientos en espacios comerciales como el que se va construir en Brandía. La edila resaltó al confirmar la concesión de la licencia que el Concello solicitó otra evaluación ambiental del último proyecto pero la Xunta respondió que el anterior, mucho más invasivo, ya tenía ese visto bueno. «A lei de hidrocarburos é como un cráter dun volcán que se impón ao noso planeamento», señaló Rosón, recordando también que el gobierno compostelano apuesta porque este tipo de servicios estén en espacios de uso industrial.

El proyecto prevé la instalación de dos surtidores de combustible, un número menor que los solicitados en una petición anterior, y en los que no podrán repostar vehículos de alto tonelaje, solamente turismos. En cualquier caso, Raxoi da por hecho que la concesión de la licencia derivará en un proceso judicial porque así lo avanzó el vecindario de la zona.

Bugallo insistió en que el proyecto presentado «non nos gusta, non estamos a favor, e non cremos que sexa imprescindible». El alcalde fue más allá al expresar su rechazo cuando afirmó que si la vía judicial paraliza el proyecto «non me vai a dar ningún desgusto». También reconoció que no ve factible tal posibilidad porque el expediente presentado para abrir el centro comercial se ajusta a la legislación.

La licencia de obra objeto de polémica permite la construcción de un edificio comercial de 901 metros cuadrados (831 de superficie útil y 7,21 metros de altura). El inmueble tendrá un supermercado en la planta baja, un aparcamiento en el semisótano y una marquesina de más de cien metros cuadrados con dos surtidores. El combustible estará almacenado en un depósito subterráneo con capacidad para 70.000 litros (50.000 litros para gasoil y 20.000 litros para gasolina).