Mensajes en la calle que sacan los colores a los más incívicos de Compostela

P. C. SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO CIUDAD

Vecinos cansados de quienes aparcan ocupando más de una plaza o no recogen las heces de sus perros pasan a la acción

26 may 2022 . Actualizado a las 17:37 h.

No encontrar dónde aparcar y ver cómo varios coches ocupan más de una plaza en esa calle desquicia a cualquiera. Especialmente, si la situación se repite habitualmente. E igual de desesperante puede ser encontrarse cada mañana decenas de heces de perros que sus dueños no recogen, de forma sistemática. De ahí que algún vecino de Santiago ciudad haya decidido pasar a la acción y dejar mensajes en la vía pública dirigidos los más incívicos para sacarles los colores.

Un desconocido lleva haciéndolo ya años en la avenida de Barcelona y este mes volvía a la carga. «Aparcas como un gilipollas. Intenta ocupar una plaza y dejar sitio a los demás. Es muy fácil», dicen los papeles que pega en los cristales de los vehículos mal estacionados. «A veces, podrían caber dos y hasta tres coches, pero aparcan en el medio y medio, de tal forma que solo entra uno. También es cierto que, dependiendo del tamaño del coche que tengas, el espacio resulta insuficiente para dos», cuenta un vecino al que la iniciativa le parece un acierto.

«Es algo que surte efecto porque cada vez hay menos personas que aparcan mal. Ahora pasa con menos frecuencia, cada dos o tres semanas, y a la mañana siguiente aparecen estos mensajes en sus coches. Son recortes de papel que alguien pega aprovechando la humedad, sin utilizar pegamento. Normalmente, uno en el parabrisas y otro en la ventanilla», relata el mismo vecino, cuya mujer también fue aleccionada por estas notas «y desde entonces somos más cuidadosos». Se trata, apunta, de una calle estratégica en la que estacionan no solo residentes sino también usuarios del CHUS, estudiantes del campus sur, investigadores y otros trabajadores de la zona. «Sucede, en ocasiones, que no mueven el automóvil en toda la semana y lo sabes porque las notas ya están desgastadas», destaca.

Hace unas semanas también emprendía otro individuo su propia campaña y clavaba banderillas sobre las deposiciones caninas de Quiroga Palacios, con mensajes como «a caca de can non é abono» o «cagada de dono/a». La acción es defendida por otros afectados como Belén Gómez, quien asegura que «no tiene ninguna gracia que tenga que estar esquivándolas cada mañana cuando voy con mi hija de camino al colegio. La acera de la izquierda, según subes hacia la avenida de Lugo, es como un campo de minas, una auténtica guarrada. Alguien del servicio de limpieza las debe recoger, porque al mediodía ya no están, pero al día siguiente aparecen más». En este caso, «el problema sigue igual», indica, las banderillas no tuvieron un efecto disuasorio ni le consta que el justiciero misterioso volviese a actuar.

A través de Instagram también se hacía pública una nota que apareció estos días en una comunidad de vecinos de Santiago, pidiendo que se controlen «los ruidos ocasionados por el coito», un mensaje mucho más corriente y fácil de ver que los anteriores.