Chipperfield

Ignacio Carballo González
Ignacio Carballo LA SEMANA POR DELANTE

SANTIAGO CIUDAD

03 jul 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

El potente desembarco de David Chipperfield en Santiago, confirmado ayer por su Fundación RIA, es una excelente noticia para la capital. Por muchos motivos. Algunos de ellos todavía mantenidos en silencio por las partes «contratantes» como son el propio arquitecto londinense y el Concello. Pero se irán confirmando a su debido tiempo, que dada la prudencia —por aplicar un calificativo aproximado— con la que se maneja el británico en sus asuntos, podría alargarse más de lo deseable. Esa misma prudencia rodeó desde hace meses el proyecto de Chipperfield de trasladar la pequeña y desconocida sede de As Oblatas de la Fundación RIA a los edificios hasta ahora propiedad de la Congregación de las Religiosas del Sagrado Corazón, en los números 5 y 6 de la calle Virxe da Cerca. La primera buena noticia es la proyección pública y participativa que esa entidad sin ánimo de lucro dará a la actividad emanada de sus principios fundacionales: «Realización de estudios, análisis y planificación territorial estratégica de Galicia, con el objetivo de preservar sus valores naturales y culturales como base de un desarrollo económico sostenible». Será un poderoso referente internacional, para el pensamiento y para la acción, en el desarrollo de un urbanismo a la medida de las personas. Y es también una excelente noticia porque, si bien por la misma prudencia no lo confirman, Bugallo y Chipperfield tienen previsto retirar de la Praza do Matadoiro el portalón verde que impide la comunicación peatonal entre el parque de Belvís y el centro histórico, para abrir un paso digno a través de la finca que pertenece a los inmuebles que a principios del 2023 serán la Casa RIA. Con las monjas, el Concello solo podía aspirar a lograr la cesión de espacio para habilitar una pasarela de entre 80 y 150 centímetros. En suma, la ciudad y la fundación de Chipperfield se beneficiarán mutuamente de este proyecto, que puede tener nuevos logros, empezando con las propuestas que el prestigioso arquitecto británico pueda realizar para la reforma de la calle Virxe da Cerca, uno de los asuntos que algún día deberán despegar al amparo de los acuerdos del Real Patronato, de cuya plasmación, casi un año después, nada se sabe.