Cuando sales a recoger setas en Teo y descubres dos petroglifos

emma araújo SANTIAGO / LA VOZ

TEO

PACO RODRÍGUEZ

Tamara Sánchez, aficionada a la micología, vio varios grabados cerca de Pena Escorredía y contactó con A Rula

19 abr 2021 . Actualizado a las 22:46 h.

La historia del arte está marcada por infinidad de acontecimientos casuales, que en el caso del arte rupestre son más comunes. Un nuevo ejemplo de serendipia se produjo en Teo cuando una vecina de Os Tilos, Tamara Sánchez, localizó dos estaciones cerca del alto de Montouto en la pendiente que mira hacia el Pico Sacro, conocida como Pena Escorredía. Las encontró junto a los antiguos caminos transformados en pistas de concentración parcelaria por las que, además, discurre la ruta histórica de la Batalla de Cacheiras, que el Concello señalizó en el 2008.

A la dosis de casualidad se añade que su descubridora, aficionada a la micología, tiene estudios en Historia da Arte y conoce el patrimonio rupestre de Teo. También ayudó que en las parcelas donde aparecieron estos petroglifos se hiciesen trabajos de limpieza. Concretamente, en la finca identificada como Agro Grande se eliminó matorral y se arrancaron los eucaliptos, mientras que en la segunda zona, en Areosa, se hizo lo contrario, plantarlos, previa limpieza. Y en ambos casos, las tareas hicieron mucho más visibles estas estaciones rupestres

En la siguiente parte de esta historia entró en liza el colectivo A Rula, que focaliza sus trabajos en la puesta en valor del patrimonio rupestre de Galicia, con especial atención a la comarca compostelana. Y tras varias visitas y comprobaciones han podido confirmar e identificar los dos nuevos conjuntos arqueológicos de Teo. Para analizar el yacimiento intentaron localizar a los propietarios de los terrenos. Y de nuevo la suerte hizo de las suyas, ya que la primera estación está en una parcela de la familia de José Domínguez Dubra, que utiliza la maleza del terreno para su explotación Horta de Dubra, para la que él representa la tercera generación. Pablo Sanmartín, del colectivo A Rula, resalta que, nada más conocer que en su propiedad podía haber un petroglifo todo fue colaboración e interés por preservar este patrimonio. «A súa actitude foi fantástica», reconoce. «Queremos que calquera que pase por aquí poida velo, así que a nosa finca sempre estará aberta» añade José, contento también por saber que Cacheiras también tiene pasado prehistórico. Del otro petroglifo, que apareció cerca, sus propietarios no están localizados.

La cosa no quedó así, ya que Tamara Sánchez, identificó dos estaciones más en el entorno de O Tilos. Una de ellas está en Cobas, y la otra está en un espacio público junto a las escaleras que comunican dos calles, a simple vista de miles de personas. «Son preciosos y están ahí, en medio de la urbanización», dice emocionada, porque los encontró en el barrio que la vio crecer.

Esta casual descubridora, apasionada por la arqueología, ya era consciente del valor patrimonial de Pena Escorredía. Por eso, cuando se percató de lo que había encontrado supo enseguida que tenía que contactar con A Rula y también con la familia Dubra.

Técnicos de Patrimonio ya visitaron estas estaciones para catalogarlas y la empresa contratada por Compostela Rupestre para el plan director del parque prehistórico compostelano, han analizado los hallazgos para su registro y catalogación.

Primeros yacimientos prehistóricos en Cacheiras con valor añadido

Una de las particularidades de estos hallazgos, datados en la edad de Bronce es que, por primera vez, se producen en Cacheiras y Montouto, ya que hasta ahora todas la estaciones se encontraban en la parroquia de Calo y su entorno. También abren nuevas vías de investigación, ya que A Rula destaca que el tipo de piedra, un tipo de granito más grueso, que no es el habitual que elegían los talladores de ese período.