La selectividad de las mascarillas, desde dentro

André Siso Zapata / S. C.

SELECTIVIDAD

Minutos antes de comenzar la selectividad 2020 en un aula de la Facultad de derecho de la UDC
Minutos antes de comenzar la selectividad 2020 en un aula de la Facultad de derecho de la UDC ANDRÉ SISO

Comprobamos cómo se ha vivido la prueba gallega de acceso a la universidad más atípica de la historia

07 jul 2020 . Actualizado a las 17:07 h.

La edición 2020 de la selectividad (ABAU en Galicia), la más singular de la historia, echó a andar oficialmente este martes a las nueve de la mañana. Sin embargo, como todo el que se haya examinado sabe, el proceso empieza muchos meses antes. Infinitos avisos de los profesores a lo largo de todo el año, noticias en los medios, rumores, historias sobre exámenes filtrados o discusiones sobre la dificultad que tendrá en este curso constituyen la tónica habitual del curso de segundo de bachillerato, encaminado hacia la semana clave en la que los alumnos ponen a prueba todo lo aprendido ese año. Ahora, llega el momento de la verdad.

Tras superar el atasco anual de la entrada del campus de la UDC en Elviña, A Coruña, los protagonistas de la prueba de acceso universitaria se agolpan en las puertas de entrada de las diferentes facultades en medio de una sensación de concentración confusa, como si se hubieran preparado para algo grande, pero sin tener muy claro el qué. Sin embargo, es imposible obviar al elefante en la habitación que existe entre todos ellos: la convivencia con la crisis del covid-19. La imagen que, sin duda, todos tendremos de esta edición de la ABAU será la del tsunami de mascarillas que presenciamos en la entrada de cada centro. Cientos de alumnos parecen olvidar que las llevan puestas mientras hablan de lo bien preparado que llevan todo el siglo XX para el examen de Historia de España, lo difícil que va a ser el examen de Lingua Galega o cómo se supone que van a aguantar la concentración hasta el examen de Economía, el último de la tarde. A pesar de todo, una circunstancia casi surrealista se da en cada círculo de conversación de los miles de alumnos de Galicia que viven en su propia burbuja durante este proceso: ni una palabra sobre el coronavirus

Selectividad 2020, Facultad de Derecho UDC
Selectividad 2020, Facultad de Derecho UDC ANDRÉ SISO

«Es un año normal en el fondo. Lo que más te preocupa es el examen y casi hasta te olvidas del virus hasta que entras en el aula», comenta un alumno del I.E.S. María Casares, de Oleiros, frente a la Facultad de Derecho de la UDC, centro que les ha sido asignado. Fuera de los protocolos de entrada, en los que el delegado correspondiente llama a viva voz a cada uno de los alumnos para que entren en el aula por orden y manteniendo las distancias, las diferencias con respecto a otros años no son tan dramáticas. «Hasta que llegamos a clase, simplemente tenemos que ir con mascarilla y entrar por orden. Una vez que estamos dentro, es más o menos normal. Sí que llama un poco la atención lo separados que estamos, pero nada exagerado», afirma el chico. 

Aspiraciones futuras

Queda comprobado, entonces, que la mayor preocupación de los jóvenes aspirantes no es la atípica pandemia, sino el típico examen de Lengua Castellana o de Filosofía. Las sensaciones, por su parte, parecen divididas. Para cuatro alumnas del María Casares, Marta, Ana, Sara y Cristina, las notas este año van a ser más altas que en ediciones anteriores, aunque no sean necesariamente más fáciles los exámenes. «Vemos difícil entrar en las carreras que queremos, porque hay un montón de alumnos inscritos en toda Galicia y seguramente inflen algo las notas», comentaba una de ellas. En su opinión, va a ser un año «raro», y creen que la inercia de no haber acudido a clase de forma presencial durante el último cuatrimestre puede perjudicarles: «No hemos tenido esa preparación que se ha dado en otros años, donde tenías un montón de exámenes, la presión de los profesores en clase o la calidad de la docencia presencial, así que nos lo hemos tenido que currar prácticamente todo nosotras en nuestra casa»

Candidatas a la selectividad 2020
Candidatas a la selectividad 2020 André Siso

Para otras alumnas, sin embargo, la reducción de la presión y el estrés típicos del curso de segundo de Bachillerato ha sido un plus que puede mejorar su rendimiento. En un grupo de alumnas, esta vez del colegio Montespiño, de A Coruña, comentan que estar en casa ha supuesto un respiro para muchos: «Hemos estado más tranquilas en casa y nos hemos preparado igual de bien. Nuestros profesores lo han hecho genial». Entre intervenciones, una de ellas comenta: «A mí lo que más me fastidiaba era estar estudiando mientras otra gente estaba en la playa. Estaba deseando quitármela de encima». Esta opinión tan habitual tampoco podía faltar este año. 

Selectividad 2020, Facultad de Derecho UDC
Selectividad 2020, Facultad de Derecho UDC André Siso

Los otros protagonistas

Sin embargo, los alumnos no son los únicos protagonistas de estas jornadas. Hay otro colectivo que lleva ya unos cuantos meses con los nervios a flor de piel, atisbando el reto que iba a suponer la prueba de selectividad este curso: los profesores. Ángeles Balseiro, directora y profesora de Lengua Castellana del IES María Casares, ve «muy confiados» a sus alumnos. «No sé si eso es bueno o malo», bromea. Desde la dirección de los centros y desde el profesorado, el proceso hasta hoy ha sido duro. Hasta el día de ayer al final de la tarde no estaban claros todos los protocolos a seguir, y los meses de clase telemática supusieron un desafío a la hora de asegurarse de que los alumnos adquirían los conocimientos necesarios para esta semana tan importante.

Comenta Xosé Alfeirán, profesor -de excedencia- de Historia de España en el mismo centro, que este año las notas «van a subir considerablemente». Este pensamiento ha crecido en los fueros educativos a lo largo de las últimas semanas, ya sea por las medidas que los institutos tomaron para evaluar a los alumnos en el último trimestre de curso o por una benevolencia excepcional por parte de los examinadores de la EBAU a la hora de elegir los temas de los exámenes y de corregirlos. 

En definitiva, entre los alumnos se respira un ambiente de calma tensa que representa a la perfección los pensamientos de la mayoría. A pesar del virus y de todas las dificultades que han pasado, los jóvenes se muestran ilusionados por alcanzar una etapa de su vida que, si todo va bien, supondrá un antes y un después para ellos. Lo que está claro es que, para bien o para mal, nunca jamás se les olvidará esta retahíla de compañeros entrando y saliendo de las aulas, comentando resultados de exámenes y compartiendo opiniones sobre los que quedan. Eso sí, claro está, con mascarillas de por medio