«Servant»: Terror doméstico de altos vuelos

Iker Cortés MADRID / COLPISA

PLATA O PLOMO

Apple TV+

La segunda temporada de la serie de M. Night Shyamalan llega a Apple TV+

08 feb 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Servant, la serie que M. Night Shyamalan apadrinó para Apple TV+, fue una de las gratas sorpresas que trajo consigo la nueva plataforma de vídeo bajo demanda en noviembre del 2019. Exquisitamente rodada, un aroma a clásico envolvía toda la producción, que seguía los pasos de la familia Turner, un matrimonio de clase alta compuesto por Dorothy, reportera en un canal de televisión (Lauren Ambrose), y Sean, un chef de éxito (Toby Kebbell). La pareja no pasaba por el mejor momento y contrataba a la joven Leanne (Nell Tiger Free) para echar una mano en el cuidado de Jericho, el pequeño que acaba de nacer.

Creada y escrita por Tony Basgallop, guionista detrás del regreso de 24 a la parrilla televisiva y de títulos como Berlin Station, contaba Basgallop a Screenrant que la idea de la serie surgió cuando nació su hija. «Pensé: ‘Hay tantas cosas que podrían ir mal ahora...’. Como escritor, cualquier cosa nueva es inspiradora y ese mundo completamente nuevo que se abrió a los treinta y pocos era excitante, me acercaba a los peligros de la paternidad».

En sus primeros compases la ficción ya dejaba claro que aquella enorme y lujosa casa en la que vivía el matrimonio, situada en un barrio pudiente de Filadelfia, encerraba oscuros secretos que ahondaban en los miedos que rodean a la paternidad, en las crisis de la pareja, los privilegios y el cinismo de la clase alta y en el desmoronamiento psicológico de los personajes, que parece quedar escenificado en la descomposición literal que sufre Sean.

Con unos planos muy cinematográficos y pensados al milímetro, fue el nombre de Shyamalan el que dio renombre a la serie, a pesar de que el cineasta sí, estaba detrás como productor, pero solo firma dos de los diez capítulos que conformaban aquella primera temporada, que contó con otros cinco realizadores detrás de las cámaras. Una primera temporada que trataba de arrojar luz no solo sobre el origen y las motivaciones de Leanne, algo en lo que Sean y su cuñado Julian (Rupert Grint, el popular Ron Weasley de la saga de Harry Potter) vierten gran parte de sus esfuerzos, sino también en cómo se produce la gran tragedia en torno a la que gira toda la producción, casi un spoiler en sí misma.

Su plantel de lujo y una estructura narrativa más bien clásica, pero que se permite dar marcha atrás en determinados momentos, sorprendieron tanto a los de Cupertino que, antes siquiera de que Servant se estrenara, anunciaron la puesta en marcha de una segunda temporada, recién estrenada.

El arranque de esta nueva tanda de episodios recupera el ritmo lento al que, antes de que Netflix nos acostumbrara, se iban desvelando las series, a capítulo por semana. En este caso es una decisión inteligente, porque los toques de terror y thriller psicológico y el misterio son para degustarlos lentamente. Eso sí, el que los capítulos rara vez superen los 35 minutos deja con ganas de más.

De nuevo se ha optado por varios directores, entre los que están la sueca Isabella Eklöf, el húngaro Nimród Antal y la suiza Lisa Brühlmann. «Ellos son la clave de todo —subraya Shyamalan en una entrevista para El Tiempo—. Los buscamos en distintas partes del mundo, queríamos escuchar voces internacionales». Todos son de fuera de EE UU, excepto la hija del cineasta, Ishana.

Muñeco, dirigido por la francesa Julia Ducournau, la realizadora de la disfrutable Crudo, es el primer capítulo de esta segunda temporada, que comienza con la desaparición de Leanne y el pequeño Jericho y que, como si fuera un círculo vicioso, parece casi volver al inicio de la serie. No hay ruptura, ni gran salto mortal aquí, pero es que Servant, nunca ha ido de eso.