María Barros ofrece su visión de la mujer romántica

Alejandro Posilio

SOCIEDAD

25 feb 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

La jornada que cerró el Madrid Fashion Week también tuvo un toque gallego, protagonizado por la coruñesa María Barros, que debutó por estos lares compartiendo desfile con el catalán Toni Francesc.

La discípula de Modesto Lomba encontró su inspiración en la bailarina americana Loïe Fuller, exponente del art nouveau , pero reinterpretada por la óptica personal de esta joven creadora.

Así, en sus diseños predominó la evocación de la naturaleza, con detalles de mariposas, hadas y piezas de origen vegetal, y formas redondeadas que evocan una feminidad complaciente con los sentidos. Es esta una colección para una mujer romántica, con blusas con chorreras en seda y tul negro transparente, con cuellos elevados que llevan apliques de flores.

Las faldas resultan muy femeninas, de talle alto y largo hasta la rodilla. Los pantalones bombachos, también de seda, acaban ajustándose a los tobillos.

En las 22 salidas de las que dispuso, predominaron los tonos pastel, en contraste con negros, grises y eléctricos, como oro y azul en gasas, sedas y terciopelos, que crean un efecto de comunicación entre el arte y la técnica.

Barros, que finalizó sus estudios en Milán bajo la dirección de Franca Sozzani, directora de Vogue Italia, lleva estos vivos colores incluso a las medias, mientras que en las pelucas predominaron los tonos beis con matices rosas.

En los zapatos, llamaron la atención unos preciosos apliques de plumas de gallo y avestruz en el talón, plumas que la coruñesa utiliza también como broches para cerrar los abrigos. Entre estos, dos son obra de la también gallega Lucía Canabal, joven diseñadora de joyas especialista en piedras semipreciosas.