En esta edición, el coro de San Ildefonso -22 niñas y 12 niños- contará con dos voces menos que en el 2008, porque dos de ellos repiten tabla. Los pequeños, de diez nacionalidades, llevarán el mismo uniforme en tonos azules y grises que en la tres últimas ediciones, según explicó el director de la Residencia de San Ildefonso de Madrid, Esperato Fernández.
El motivo de que haya mayoría femenina es que a los niños les cambia la voz entre los 12 y 13 años y es más complicado encontrar las cualidades vocales idóneas entre el género masculino. Alrededor del 50% por ciento de los cantores repiten la experiencia, incluso por quinta vez, según Fernández, en cuya opinión lo más difícil es hallar la complementariedad en las voces de las parejas.
Hasta llegar a este día tan especial, que realmente constituye el pistoletazo de salida de la Navidad, los niños seleccionados han ensayado sus tareas desde finales de octubre y de lunes a jueves. Pero tan importante es este entrenamiento como la manera de afrontar psicológicamente «los temores y miedos» de los niños a fallar en el último momento.
A pesar de que están acostumbrados a la lotería nacional, porque participan todos los sábados en los sorteos, el revuelo que se genera a su alrededor el día 22 «impone a cualquiera», sobre todo por los centenares de medios de comunicación.